La Justicia rusa condenó este viernes a 21 años de cárcel a un pope ortodoxo de la región de Oremburgo (sur del país) por delitos de abusos sexuales a menores. La sesión judicial se llevó a cabo a puerta cerrada, precisa la agencia TASS.
El condenado, Nikolái Stremski, de 57 años, fue hallado responsable de graves abusos contra once menores que fueron cometidos entre 1999 y 2019, año en el que el religioso fue detenido.
Además de abusos sexuales al sacerdote se le incriminó el maltrato de varios de los 70 niños que estaban bajo su custodia.
El religioso había adoptado a algunos de los niños y abusó de una de sus hijas adoptivas, según la investigación.
El propio sacerdote se negó a reconocer su culpa y tachó las acusaciones de calumnias.
El cabeza de la familia más numerosa en el país
La Iglesia ortodoxa rusa le apartó de sus funciones clericales tras conocerse las primeras acusaciones.
Durante años el religioso fue considerado como el cabeza de la familia más numerosa en el país, por lo que recibió una distinción gubernamental.