La segunda exmujer de Nicolas Sarkozy estuvo contratada durante nueve meses entre 2002 y 2003, pagada por el erario público, como asistente de la diputada que sustituyó en la Asamblea Nacional a su entonces marido, que ejercía de ministro del Interior.
Según Le Canard Enchaîné, que revela este miércoles la información, la actual Cécilia Attias -en parte de origen español- recibió 3.088 euros mensuales netos entre julio de 2002 y marzo de 2003 como "colaboradora" a tiempo parcial de la diputada Joëlle Ceccaldi-Raynaud.
El semanario, que explica que los hechos han prescrito desde hace mucho tiempo -en caso de que se le hubiera podido reprochar un empleo ficticio-, pone el acento en que eso ocurría en un momento en que Cecilia Sarkozy se mostraba públicamente entregada en ayudar a su esposo al frente del departamento de Interior e incluso subrayaba que lo hacía de forma voluntaria, sin ser pagada a cambio.
La mujer de Fillon también fue contratada
Ceccaldi Raynaud, actual alcaldesa de la ciudad de Puteaux, ocupó el escaño obtenido en las elecciones de 2002 por el futuro presidente conservador francés (entre 2007 y 2012), que le cedió el puesto al ser nombrado ministro de Jacques Chirac.
La nueva diputada, que había estado ella misma varios años a sueldo del gabinete de Sarkozy cuando éste era alcalde de la ciudad de Neuilly, contrató a la esposa de su predecesor por un salario que, a tiempo completo, ahora representaría una remuneración de 8.000 euros, de acuerdo con los cálculos de Le Canard Enchaîné.
En esa misma época, Penelope Fillon, la mujer de otro ministro de Chirac, François Fillon, también se convirtió en asistente parlamentaria del suplente de éste, Marc Joulaud, cuando asumió el escaño de su esposo.
Un asunto que se convirtió en un gran escándalo político-judicial cuando el mismo semanario lo filtró, a comienzos de 2017, y hundió la candidatura de François Fillon en las presidenciales de ese año, en las que después de haber sido el favorito durante un tiempo no llegó siquiera a calificarse para la segunda vuelta.
La justicia sentenció por empleos ficticios el pasado mes de junio al matrimonio Fillon a penas de prisión -a él con cárcel firme, a ella con una pena exenta de cumplimiento si no reincide- y a importantes multas, aunque la decisión no es definitiva porque está pendiente de recurso.
La oficina de Sarkozy, que reconoce el contrato que tuvo la que entonces era su esposa, lo justifica porque se trataba de "garantizar un seguimiento de los asuntos" de los que él se había ocupado antes de entrar en el Gobierno en una circunscripción del departamento de Hauts de Seine (junto a París) en la que Cécilia estaba "muy implicada".