Este domingo, Alemania elegirá al que será el primer canciller después de la 'era Merkel', que no se presenta a las elecciones después de 16 años en el poder. No hay nada seguro todavía, porque las encuestas han ido cambiando desde que ese anunciaran estos nuevos comicios. Pero todo apunta a que el socialdemócrata Olaf Scholz conseguirá tomar el mando que durante más de tres lustros ha estado en manos de la CDU de Merkel, quien por cierto, deja la política sin perder nunca en las urnas.
Hasta junio, el partido de Scholz, el SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania por sus siglas en alemán), se había quedado rezagado en las encuestas. Pero su pragmatismo y sobre todo, la sensación de seguridad que genera entre los alemanes, ha propiciado un aumento de lo que se espera en los resultados electorales. Ha sido clave para su éxito su labor política durante los últimos tres años, en los que ha sido vicecanciller de Merkel y ministro de Finanzas, en un gobierno en coalición. Su gestión de la pandemia, juzgada con muy buenos ojos por los votantes alemanes, le han convertido en el candidato ideal.
Después de muchos años en la oposición o conformándose con gobiernos de coalición, parece que los socialdemócratas volverán al poder, después de la caída de popularidad tras el mandato de Gerhard Schroder, canciller de 1998 a 2005.
Los otros candidatos para Alemania
Aparte de Olaf Scholz, hay otros cinco candidatos a convertirse en canciller, por lo que se presentan como unas elecciones especialmente divididas. Por un lado, se encuentran los ultraderechistas de Alternativa para Alemania. El centro-derecha está cubierta por el partido de la ya excanciller Merkel CDU y por el Democrático Libre (FDP). También en el centro-izquierda, como la formación socialdemócrata que aspirar a gobernar Alemania, se encuentran Los Verdes. Y por último, el ala más izquierdista la cubre el partido Die Linke, que ahora mismo se encuentra en último lugar en las encuestas.
La CDU ha sido durante años uno de los más potentes del país, pero la retirada de Merkel, unida al rechazo que genera su sucesor, Armin Laschet, y a los signos evidentes de desgaste del partido apuntan a que uno de los peores resultados electorales de su historia.
Otra de las características clave para comprender la división que se espera en estas elecciones es el estancamiento de Los Verdes, después de un aparente crecimiento tras el anuncio de la retirada de Merkel. Tras el anuncio de nuevos comicios en enero de 2021, la formación política creció como la espuma. De hecho, durante varias semanas encabezaron las encuestas. Pero la mala gestión interna ha provocado el declive del partido a lo largo del verano. Además, su candidata, Anna Baerbock, se ha visto muy perjudicada por las acusaciones de plagio en su último libro y la exageración de su currículum.
Las elecciones en datos
Las encuestas, que han cambiado mucho a lo largo de los meses, esperan que los socialdemócratas de Scholz obtengan el 25% de los votos. Sin embargo, parece que le sigue muy de cerca el antiguo partido de Merkel, ahora liderado por Armin Laschet, que se llevará aproximadamente el 22% de los votos.
Los Verdes, con el 16% de los votos, sería una de las opciones más posibles para gobernar en coalición con el SFD, por sus posturas políticas más o menos cercanas. Seguido muy de cerca, se encuentra el FDP, el partido liberal, con el 11,3%. Die Linke, la izquierda más radical en Alemania, estaría en último lugar con tan solo el 6% de los votos.
El caso más especial es el de los ultraderechistas de Alternativa para Alemania que, pese a que se estima que se llevarán el 11% de los votos, es el partido que con más seguridad no formará parte de ninguna de las posibilidades de coalición, ya que el resto de partidos comparten la opinión de no pactar con ellos.
¿Qué puede esperar Europa?
Como es de esperar, los expertos considera que se van a producir cambios con respecto a la forma de gobernar de Merkel, marcada por "estar alejada de líneas ideológicas" y por buscar en todas sus decisiones el papel de Alemania como eje vertebrador de Europa, tal y como apuntó en conversaciones con Vozpópuli el profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Villanueva Javier Hernando. El cambio más grande será su tendencia a gobernar más hacia la izquierda, pese a que dentro de su propio partido le hayan criticado en varias ocasiones por ser demasiado centrista.
Otro de los cambios que pueden ocurrir es, como apunta Hernando, una pérdida de la confianza en el proyecto europeo. "Estábamos acostumbrados a un liderazgo estable y prudente, difícil que alguien lo pueda sustituir", asegura.
En cualquier caso, lo que se puede esperar es un nuevo gobierno de coalición mucho más fácil de formar que en España, ya que Alemania está muy acostumbrada a esta forma de gobernar. Lo que hay que ver, como señala Hernando, es con quien va a formar gobierno el SPD.