El canciller alemán, Olaf Scholz, prometió que "llegará lo antes posible" el freno al precio de la electricidad anunciado este domingo al presentar el tercer paquete de ayudas para que ciudadanos y empresas puedan hacer frente al aumento de precios de la energía y a la inflación. En una entrevista en la televisión pública ZDF, Scholz volvió a explicar que este tope a los precios de la electricidad se financiará con los ingresos extraordinarios de aquellas empresas que no tienen costes de producción tan altos pero se benefician de los actuales precios elevados en el mercado eléctrico.
Estos beneficios extraordinarios recortados a las empresas que no tiene costes de producción tan elevados "se devolverán en un paso siguiente a los ciudadanos", por ejemplo con una cantidad de electricidad determinada a un precio reducido, equivalente a un "consumo básico", precisó. Scholz quiso ser "un poco cauto a la hora de hacer previsiones concretas sobre cuánto se ganará en este proceso", ya que dependerá también de la evolución en el mercado eléctrico.
No obstante, si estos beneficios excesivos y no previstos se acumulan a gran escala, "tendremos muchos, muchos, muchos miles de millones que devolver a los ciudadanos", se mostró convencido. Por otra parte, Scholz se mostró "muy seguro" de que no habrá apagones en invierno y aseguró que se ha hecho todo para que no se produzca una situación así, al referirse a medidas como la reactivación para ahorrar gas de las centrales eléctricas que funcionan con carbón.
"Estoy seguro de que Alemania, también como democracia, superará este momento, porque somos un país económicamente muy fuerte y somos, y eso es importante para mí, un Estado social. Y ambas cosas juntas son importantes", afirmó. El tercer paquete de ayudas anunciado este domingo por la coalición tripartita de gobierno asciende a 65.000 millones de euros y duplica el volumen de 30.000 millones de los dos anteriores juntos.
