Rishi Sunak ha arrancado su primer discurso en el número 10 de Downing Street reconociendo que Reino Unido se encuentra en una "profunda crisis económica". No ha dado detalles sobre su plan fiscal, se esperaba que diera alguna pista pero seguramente ha ganado tiempo de margen y lo dará a conocer el 31 de octubre. Todo apunta a que se alejará del amplio programa de rebajas fiscales de la exprimera ministra, Liz Truss, que dinamitó su mandato con dichas medidas. Su estrategia económica se mantiene en suspense, aunque en pocos días detallará su hoja de ruta fiscal para reducir la deuda pública, un reto imprescindible que según los analistas traerá recortes y medidas de austeridad financiera. En su discurso, se ha mostrado tajante y ha recalcado el compromiso del Gobierno británico en el ámbito económico, que incluirá "decisiones difíciles". Cuando hace dos días se hizo con el mando tory ya habló de la "crisis económica" y fijó su futuro en "arreglar la economía" a pesar de la dureza de la coyuntura británica.
Todas las miradas recaen así sobre el hindú y millonario indio, quien desde este martes es oficialmente el premier del Reino Unido. Unas miradas expectantes y casi desesperadas para que su mando sea por fin un baluarte de estabilidad en la isla. Esa es la impresión que sugiere la reacción de Carlos III, ahora en el trono, y que por primera vez ha pedido a un líder británico que forme un nuevo Gobierno o la petición de las mismas instituciones europeas, que han animado al líder a que garantice la "unidad”" y la "estabilidad" en el país para enfrentarse a los desafíos comunes. En medio de la gran crisis energética por la guerra de Ucrania, la inflación galopante y la caída histórica de la libra, el gran reto de Sunak es no sucumbir y convertir su Gobierno en un Ejecutivo de estabilidad, sorteando unas problemáticas que ya se han llevado por delante al Gobierno de Boris Johnson (con el 'PartyGate' mediante) y a Liz Truss.
Larga experiencia financiera y diferente a Truss
El currículum de Sunak cuenta con una extensa experiencia financiera. Antiguo analista del banco Goldman Sachs y responsable de la economía británica durante la pandemia de coronavirus, el nuevo líder "tory" ha hecho valer su experiencia económica para ganarse el favor de sus correligionarios. Fue él quien diseñó desde el Ministerio de Economía los multimillonarios programas de estímulo del Reino Unido. Consciente de la enorme deuda que se acumuló con las ayudas por la pandemia, también fue quien programó subir el impuesto de sociedades del 19% al 25% el próximo año, precisamente uno de los tributos que planeaba volver a recortar Truss. Sunak propuso en mayo aumentar el impuesto a la eléctricas para recaudar 5.000 millones de libras, una medida parecida a la ideada por la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, porque se aplicaría sobre los beneficios no sobre los ingresos.
La batalla clave se encuentra así en las diferencias en su planteamiento económico. El programa financiero de Truss, que supuso un terremoto en los mercados y la necesidad de intervención del Banco de Inglaterra, suponía un claro recorte en los impuestos y un gran aumento del gasto público como medida para atajar la inflación. Una de las medidas más polémicas fue la rebaja prevista del 45% al 40% del tramo más alto del impuesto sobre la renta, es decir, sobre los ricos. Truss también quería congelar el impuesto sobre sociedades y anunció ayudas durante dos años a los hogares para paliar las subidas de las facturas energéticas. Algo que el ministro del Tesoro, Jeremy Hunt ya dijo que durará solo hasta el comienzo del nuevo año fiscal, en abril de 2023, cuando será sometido a revisión. El mandato de Sunak irá por otro lado, recortando ayudas y subiendo impuestos.
Los grandes retos de Sunak
La figura de Hunt sigue siendo clave con el relevo de Sunak ya que su mantenimiento en la cartera económica supone un guiño claro a la parte tory que se posicionó a favor de Truss, de manera que el premier tiene un gesto de consolidación interna. Es uno de los grandes retos que tiene por delante, además de la crisis económica, y es que el líder indio debe aunar las costuras del partido conservador para contentar a todas las facciones, una formación rota tras los incesantes vaivenes desde el estallido del 'Partygate'.
Los informes sugieren que se recaudarán decenas de miles de millones de libras mediante la reforma de los impuestos sobre las ganancias de capitalGeorge Brown
Como afirma George Brown, economista de Schroders, los grandes retos del líder ahora pasan por dar credibilidad a un Ejecutivo tocado para calmar los mercados. Brown ha declarado a Vozpópuli que en primer lugar debe ganarse a los inversores: "los inversores deben tener la seguridad de que las finanzas públicas están en una senda sostenible. Los informes sugieren que se recaudarán decenas de miles de millones de libras mediante la reforma de los impuestos sobre las ganancias de capital, además de la ampliación de la congelación de los umbrales y las desgravaciones del impuesto sobre la renta", ha apuntado.
En segundo lugar debe unir las facciones enfrentadas, tal y como se ha comentado anteriormente, y en tercer lugar recuperar a los votantes dado que ni siquiera ha sido sometido al escrutinio de las bases. "Las encuestas apuntan actualmente a una diferencia de 32 puntos entre los conservadores y el Partido Laborista. Revertir este déficit será quizás su mayor reto. En parte, por la magnitud del daño a la reputación que ha sufrido su partido en el último mes. Pero también porque muchos de los vientos en contra a los que se enfrenta el Reino Unido proceden del extranjero y, por tanto, están fuera de su control", ha concluido.