El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha rechazado este jueves un recurso presentado por proveedores de servicios de interrupción del embarazo que buscaba congelar la prohibición del aborto a partir de las seis semanas de gestación en Texas, que entró en vigor el miércoles.
El presidente del Supremo, John Roberts, se ha unido a los jueces progresistas de la corte, que son minoría --hay seis nombrados por presidentes republicanos frente a tres nombrados por demócratas-- en la votación.
La mayoría ha admitido que las clínicas han planteado "serias dudas sobre la constitucionalidad de la ley de Texas", pero no han permitido bloquearla por el momento debido a cuestiones de procedimiento "complejas", según ha recogido la cadena de televisión CNN.
Se necesita "más tiempo"
Roberts ha justificado su cambio de filas argumentando que el Supremo necesita "más tiempo" para considerar la ley. Por su parte, una de las juezas progresistas, Sonia Sotomayor, ha tildado el fallo de "sorprendente".
También el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha criticado la sentencia, que ha tildado de "asalto sin precedentes" a los derechos constitucionales de las mujeres, previstos en el precedente legal establecido por el caso 'Roe v. Wade' --el caso por el cual el Supremo despenalizó el aborto en Estados Unidos--.
En un comunicado, ha lamentado que el hecho de que un particular pueda demandar a cualquier persona que colabore en la consecución de un aborto desencadena un "caos inconstitucional". "Completos extraños están ahora capacitados para inmiscuirse en las decisiones más privadas y de salud de las mujeres", ha agregado. De forma paralela, ha incidido en que la ley es "demasiado extrema".
"Respuesta inmediata"
"En vez de usar su suprema autoridad para asegurar que la justicia se reclame de forma equitativa, el alto tribunal permitirá que millones de personas que necesitan atención reproductiva crítica sufran mientras los tribunales se ocupan de las complejidades procesales", ha continuado.
En este contexto, y a pesar de reconocer que el fallo no afecta al futuro del precedente legal del caso Roe, su impacto será "inmediato" y "requiere una respuesta inmediata".
"Una de las razones por las que me convertí en el primer presidente de la historia en crear un Consejo de Políticas de Género fue para estar preparado para reaccionar a los ataques a los derechos de las mujeres", ha señalado, antes de avanzar que ha ordenado medidas para asegurar que las mujeres en Texas tienen acceso a abortos seguros y legales.
"He ordenado a este consejo y a la oficina del asesor jurídico de la Casa Blanca (...) ver qué medidas puede tomar el Gobierno para asegurar que las mujeres en Texas tengan acceso a abortos seguros y legales", ha explicado.
La normativa
La ley es una de las más estrictas de Estados Unidos y prohíbe el aborto antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas. Según la norma, el aborto está prohibido cuando se detecta un latido fetal, que a menudo es antes de que la mujer sepa que está embarazada. No hay una excepción por violación o incesto, aunque existe una excepción por "emergencias médicas".
También permite a los ciudadanos presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una mujer embarazada a abortar por violar la legislación. Es la primera vez que una ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas entra en vigor.
Los proveedores de servicios de aborto pidieron a los jueces que bloquearan la prohibición argumentando que, si se permitía su entrada en vigor, "reduciría inmediata y catastróficamente el acceso al aborto en Texas", lo que finalmente obligaría a cerrar muchas clínicas.
Mientras, Biden remarcó que la ley contraviene el derecho constitucional establecido en el caso 'Roe v. Wade' y prometió "proteger y defender" el derecho al aborto.