Internacional

La tensión en Taiwán, guerra en Ucrania, el auge turco... los temas que marcarán el mundo en 2023

La guerra de Ucrania, las protestas globales por el empobrecimiento de las condiciones de vida o la tensión en Taiwán son temas que seguirán vigentes el año que empieza

No sabemos cómo pasará a la historia 2022 porque el estudio del pasado se enriquece con el tiempo y el alcance de sus acontecimientos, como un sismo silencioso, pueden acabar en un desenlace pacífico o en revulsivos que cambian la cronología de la humanidad. Pero lo que está claro es que, tras el estallido de la pandemia del coronavirus en 2020 el mundo ha tenido que reajustarse para hacer frente a la retracción de la productividad y la crisis económica, a la que se ha sumado este año una guerra a las puertas de Europa en Ucrania. Sin duda el desarrollo de la guerra por la invasión rusa y la gestión por parte de las potencias implicadas (tanto directamente como aliadas) será un tema que seguirá siendo noticia en 2023, un año que se augura difícil y que los economistas prevén como mediocre en el crecimiento económico. Estos son los temas clave que seguirán siendo noticia el año que arranca y que trae grandes retos que nos sitúan en un punto decisivo de la Historia:

Guerra en Ucrania: el mundo en armas

La continuación de la guerra en Ucrania anticipa un aumento del gasto militar general en las potencias implicadas y en sus aliados, que seguirán desembolsando gasto en defensa. El trascurso del conflicto seguirá fomentando la confrontación entre potencias y entre los grandes bloques globales de Occidente y el eje China-Rusia, dos pivotes entre los que circundarán otros países que se sumarán en función de sus intereses particulares o preferirán mantener "relaciones fluidas", como argumenta el CIDOB. Según el centro de asuntos internacionales de Barcelona, este año se pondrán a prueba las líneas rojas establecidas, puesto que la inflación, al crisis alimentaria y de suministros así como la competencia geoestratégica apuntalada por las tensiones en Ucrania y en otros puntos calientes como el Pacífico impulsan "un cambio estructural que todavía no sabemos como acaba". "Se aceleran y se profundizan las fracturas geopolíticas, sociales y de acceso a los bienes básicos", recogen.

Además, la guerra ha puesto de relieve la fragilidad de los sistemas de seguridad internacional al haber fracasado los marcos que garantizaban la paz, como los acuerdos de Minsk y la mediación de la OSCE en Ucrania. Esta inseguridad desvelada tiene un impacto directo en las zonas regionales al favorecer vacíos de poder. El año que viene se verá cómo afecta esta realidad a las zonas regionales en conflicto y futuros cambios en la estrategia exterior de los Estados, si las hay. Se augura una pérdida de autoridad de Rusia en Asia con la emergencia de nuevos actores como Irán.

Guerra en Ucrania

Europa y el camino difícil hacia su autonomía

No ha sido un año fácil en Europa. Han surgido fisuras en su seno nunca antes vistas desde su fundación después de la Segunda Guerra Mundial y un caso de corrupción, el Qatargate, en el cierre del año, que ha demostrado que las instituciones europeas no están libres de sobornos e intereses extranjeros. El gran reto de este año para la Unión es fortalecer su autonomía estratégica en medio de una guerra en sus fronteras y con las dependencias energéticas que el conflicto ha generado. En medio de un año donde las alianzas globales se están reconfigurando, los 27 deberán resistir y fortalecerse en un nuevo contexto donde la escalada militar, las tensiones internas y la amenaza nuclear se han acentuado.

La pregunta sobre si Europa sustituiría la ayuda militar estadounidense en el caso de que EEUU recortara su apoyo es una de las incógnitas que se resolverán en 2023, como afirma el CIDOB en la nota de cierre de año titulada 'El Mundo en 2023'. El desarrollo bélico y el papel predominante de la OTAN este último año seguirá en 2023 si bien está por ver la inversión militar que la Unión ejecuta para proteger sus fronteras y sus intereses continentales. A ello se le suman nuevos factores internos que permanecerán dentro de la Unión y que son claves para el mantenimiento de la política comunitaria. Entre ellos está la gestión del desencuentro con Hungría en su posicionamiento con Rusia, la lejanía de París y Berlín por el MidCat, o las elecciones en España, Grecia, Reino Unido y Polonia. Además, la tensión en Ucrania puede empezar a hacer estragos en la periferia de la Unión en los Balcanes, donde Kosovo y Serbia (aliada rusa) están volviendo a revivir una escalada militar que puede desenpolvar antiguos rencores tras el fin de las guerras de los 90. Lo mismo en Bosnia, donde una parte del país, la Republica Srpska sigue defendiendo su unión a Serbia.

Latinoamérica y el peligro de su polarización

La vuelta de la 'marea rosa' a Latinamérica con la victoria de Lula da Silva en Brasil esconde otras claves electorales: la extrema polarización en el continente. Como reporta Foreign Affairs Latinoamérica, después de enero de 2023 serán seis los líderes socialdemócratas elegidos si bien el auge de la extrema derecha sigue vigente en el continente. La victoria pírrica en Brasil de Lula en la que el margen de victoria fue muy estrecho refleja una división a partes iguales del país y la evidencia de que la derecha populista sigue sumando adeptos. En Colombia y Chile, donde se celebraron elecciones, los dos candidatos de ultraderecha llegaron a la segunda vuelta en las presidenciales, aunque fueron derrotados. Pero llegaron. En el Salvador y Nicaragua los representantes dictatoriales, si bien ultraliberales, también hacen el uso de la fuerza en contra de las voces que cuestionan su autoridad.

A esta realidad azota con más fuerza la inflación por los niveles de desarrollo del continente, cuya fragilidad es evidente como se ha visto en el último tiempo con el autogolpe de Estado en Perú. A este hervidero cabe añadir que Chile sigue en un proceso constituyente cuya propuesta fue rechazada y sigue trabajando y que este año hay elecciones en Paraguay, Guatemala y Argentina. Cabe posicionar la lupa especialmente en este último país, donde los partidarios del peronismo siguen fieles a la condenada Cristina Fernández de Kirchner y los ánimos se pueden caldear en la recta final de unas elecciones en las que la calle tiemble en favor del reelegido por la expresidenta y la derecha argentina.

Elections in Brazil

Protestas mundiales y crisis de deuda

La guerra en Ucrania a empeorados el acceso a los bienes básicos como los alimentos, el suministro energético o el agua potable. Unos elementos clave para el buen desarrollo y la igualdad social, que también ponen en un aprieto a la cooperación internacional y a los actores globales por la falta de recursos naturales. El alto precio de la energía, utilizada como herramienta política, ha encarecido los costes de vida y el empeoramiento de las condiciones de millones de personas que pueden sufrir una crisis alimentaria sin precedentes, afirma el CIDOB. En este contexto, Oriente Medio y el norte de África están en el "epicentro" de una nueva ola de protestas por el empobrecimiento de las condiciones de vida. Este año, los ciudadanos de 90 países se han movilizado por el enfado que ha generado la desigualdad, el aumento de los precios y las condiciones laborales. Una realidad que no se apaciguará en 2023 y que será más preocupante por la "normalización de la violencia como herramienta política".

La crisis económica y la inestabilidad afectarán más duramente a regiones con más fragilidad social y monetaria. Existe peligro de que las economías emergentes sufran una crisis de deuda y las previsones generales son muy negativas: como avisa el FMI, un tercio de las economías globales entrarán en recesión en 2023. El primer aviso fue Sri Lanka, cuya economía acabó colapsando tras el estallido del Covid. Las sombras de la recesión pueden extenderse a otros países con una situación de deuda delicada como Líbano, Pakistán o Egipto. Además, la degradación de las democracias sigue en aumento. Según un informe del instituto V-Dem los estándares democráticos han retrocedido 30 años hasta niveles de 1989 con la caída del muro de Berlín y el paulatino aperturismo global. Los liderazgos autoritarios, bajo los que vive el 70% de la población mundial, también tienen el reto de mantener su mandato ante los crecientes retos sociales que se vienen en 2023. El informe también advierte que la "polarización tóxica" ha aumentado en 32 países en los últimos 10 años y que los órganos electorales fueron socavados en al menos 25 países.

África va a elecciones

África afronta su año clave con diez elecciones presidenciales en 2023. Nigeria, el país más rico de África en términos de Producto Interior Bruto (PIB), irá a las urnas a elegir a su presidente tras el mandato de Bola Tinubu con una difícil sucesión por la violencia generalizada y los conflictos armados. También habrá elecciones presidenciales en Gabon, Libia, Liberia, Madagascar, Sierra Leona, Somalia, Zimbabue, Sudán y Sudán del Sur. A las presidenciales se suman otros procesos legislativos locales y en otras cámaras en otros países como Benin o en Guinea. Con el continente inmerso en elecciones este año, África se enfrenta a un año convulso con los males pasados de la época poscovid, la inflación y la inseguridad alimentaria. También es un continente estratégico cuyos países han ido tomando partido en la Guerra de Ucrania y para los que Rusia ha sido un actor atractivo en retraimiento de Occidente. En países como Malí, Libia o República Centroafricana se ha visto con buenos ojos el despliegue de tropas rusas en la lucha contra el terrorismo.

Crisis en el Cambio Climático y las políticas de transición

Como recoge el informe del CIDOB, la transición verde que se proyectaba como un camino indiscutible sobre el cual caminar hacia un futuro sostenible se ha topado con grandes problemáticas. Las sanciones a Rusia y la guerra en Ucrania han hecho fluctuar los mercados y con ellos los objetivos climáticos de las instituciones tanto públicas como privadas. El pavor a la falta de suministros tanto alimentarios como energéticos ha llevado al mundo a un 'sálvese quien pueda' para reformular sus intereses. Algunas potencias han fomentado el uso del carbón en invierno para atajar el chantaje ruso del gas.

Otro factor que será decisivo en el futuro de las políticas verdes es que el desarrollo tecnológico entra en conflicto también con los recursos estratégicos para fabricar armamento y aparatos digitales por lo que hay una carrera en los países por no quedarse atrás. La competición por la extracción de las llamadas 'tierras raras' generan cada vez más dependencia y aumenta su valor en el mercado donde China es la clara ganadora. Estos elementos químicos son, entre otros, el europio, el escandio o el itrio y países como Australia o Brasil ya luchan por aumentar el rendimiento de sus yacimientos.

China, Taiwán y el desafío poscovid

Tras dejar atrás uno de los estallidos sociales más relevantes en China que acabaron ganando el pulso a la política 'Cero Covid' de Xi Jinping, el gigante asiático arrancará el año inmersa en sus problemáticas internas: la recuperación económica en medio de un goteo constante de casos de Covid y la falta de recursos sanitarios. La relajación de medidas ha hecho colapsar al sistema sanitario chino, tal y como auguró la experta del CIDOB Inés Arco a Vozpópuli, por la baja tasa de vacunación en mayores y el desvío de financiación a políticas de seguimiento durante dos años en lugar de invertir en el aparato sanitario. Aún así, este giro ha dado un respiro a las bolsas globales y está en la línea con las expectativas del Fondo Monetario Internacional, si bien sigue siendo insuficiente ya que el organismo ha augurado una perspectiva especialmente negativa para Asia. Paralelamente, la tensión en el Pacífico, con el centro en Taiwán, seguirá siendo noticia en 2023 con probables maniobras chinas en la zona y seguramente Xi Jinping aumente la presión sobre la isla en su pulso con EEUU.

Turquía y las potencias emergentes, ¿su año decisivo?

Como afirma el CIDOB, este año que arranca será el año de 'los otros'. Las otras potencias emergentes, por encima de los bloques estáticos, tendrán mucho que decir este año por la competición estratégica y el afán de protagonismo en el panorama global. La Turquía de Erdogan irá a elecciones este año y va ganando protagonismo en el mediterráneo oriental así como mediador entre potencias, como se ha visto con el acuerdo del grano entre Rusia y Ucrania. Además estas presidenciales podrían ser las últimas del presidente turco, con todas las incógnitas por delante. Irán, Brasil, Arabia Saudí y la India tampoco se quedan atrás en esta carrera por la influencia global.

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