Un tribunal de Estambul va a decidir este jueves sobre la petición de la fiscalía de cesar el proceso contra los acusados del asesinato del periodista saudí Jamal Jashoggi y transferir el caso a los tribunales de Arabia Saudí. El Ministerio de Justicia de Turquía aprobó el traslado de la acusación a los sospechosos del caso sobre el asesinato de Jashogi a la competencia de Arabia Saudí, precisamente el país cuyas autoridades fueron acusadas de orquestar la muerte del reportero.
Los activistas de Derechos Humanos advirtieron que el traslado podría incrementar la impunidad del crimen. "Si la Justicia turca abandona el caso y lo entrega a Arabia Saudí, sería un duro golpe para la búsqueda de justicia", ha declarado Christian Mihr, de Reporteros sin Fronteras. Por su parte, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido este miércoles a las autoridades turcas "revertir" su decisión de trasladar la acusación a la competencia de Arabia Saudí porque esto "acabará con cualquier posibilidad" de que se haga justicia por su muerte.
Arabía Saudí concluyó el proceso
La Fiscalía de Turquía había pedido previamente cadena perpetua para los 26 acusados y reclamó a Riad su extradición. El proceso judicial en Arabia Saudí concluyó en septiembre de 2020 cuando, tras el proceso de apelaciones, fueron condenadas a penas de cárcel ocho personas, reduciendo así la pena de muerte dictada en diciembre de 2019 contra cinco de ellas. Saud al Qahtani, antiguo asesor del príncipe heredero, Mohamed Bin Salmán, y uno de los principales sospechosos, fue liberado por falta de pruebas. Asimismo, el 'número dos' de la Inteligencia saudí, Ahmed al Asiri, y el cónsul general de Arabia Saudí en Estambul en el momento del crimen, Mohamed al Otaibi, fueron exonerados.
Jashogi, un periodista crítico con la casa real saudí y que trabajaba para el periódico 'The Washington Post', desapareció el 2 de octubre de 2018 tras entrar en el consulado saudí en Estambul para gestionar unos documentos para poder casarse con su pareja, Hatice Cengiz. Allí fue asesinado y descuartizado, sin que sus restos hayan sido hallados.