A las 17.40, hora local, las sirenas han sonado en Tel Aviv, capital de Israel, señal inequívoca de una amenaza aérea. En este caso se trata de un proyectil lanzado por los hutíes desde Yemen, según confirman fuentes oficiales del Ejército de Israel a Vozpópuli.
Este diario ha sido testigo directo. Los civiles que se encontraban en un restaurante han dejado sus platos para dirigirse rápidamente al búnker, ubicado en un sótano, que hace las veces de cocina y almacén.
Al cabo de unos instantes, las alarmas han dejado de sonar y la actividad ha vuelto a la normalidad.
En este caso ha sido el sistema Flecha 3 el que ha interceptado el proyectil. Este mecanismo de defensa se encarga de neutralizar las amenazas en los niveles más altos del cielo israelí.
El ataque tiene lugar en la misma jornada en la que tanto Israel como Hezbolá han confirmado la muerte de Hasan Nasrala, líder de la organización terrorista.
El país hebreo ha desplegado dos brigadas en la frontera terrestre del Líbano, después de una semana con intensos bombardeos sobre posiciones de Hezbolá. La muerte de Nasralah se produjo mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigía a la ONU para hacer un balance de la crisis en Oriente Medio.
La comunidad internacional hace un llamamiento a la desescalada para evitar que el conflicto se propague por toda la región.
