Con su reciente reapertura y su 90 cumpleaños La Mamounia parece vivir una delicada segunda juventud, como las personas que con la madurez mantienen la belleza y ganan en clase. Era 1923 cuando los arquitectos Henri Prost y Antoine Marchisio comenzaron la construcción de un edificio en un planta con 50 habitaciones, con los criterios decorativos de Jacques Majorelle.
Aquello no era un simple edificio. Paseando por su maravilloso jardín de naranjos, se entiende el paso de la historia. Ya era un jardín de verduras y flores con los Almohades en el siglo XII. Luego sería un regalo de boda para o el príncipe Al Mamoun, para su boda en el siglo XVII… y eso se nota.
Por encima de acontecimientos históricos La Mamounia es una parada obligada de cualquiera. Sharon Stone, Steven Spielberg, Richard Gere o Jennifer Aniston, son clientes casi anónimos y prolongan el ritmo cotidiano de aquel rodaje con James Stewart y Doris Day, en El hombre que sabía demasiado de Alfred Hichcock, o el de Marruecos con Marlene Dietrich.
Después de la última remodelación, plasmando las ideas decorativas del gran Jacques García, el Hotel ha recuperado ese poso señorial que nunca debería haber perdido. Henry Leconte, puede ser tu profesor de tenis, te encuentras a Marion Cotillard junto a la piscina o Christian Louboutin dibujando en un cuaderno alguna genial idea para su próxima colección de zapatos. Aquí lo asombroso se convierte en cotidiano y eso se nota.
Después de una primera noche, uno se prepara los placeres de la ciudad. Marrakech sabe seducir porque las cosas cotidianas quedan a medio camino entre la Edad Media y el siglo XXI. Siempre es bonito ver como se integran con armonía palacios y zocos, murallas y plazas… A pesar del turismo la vida cotidiana guarda la sensación de estar al filo de desierto.
Por eso, de regreso al hotel, después de un día de regateo, caprichos y “gastar zapato”, se agradece la dulce tortura emocional del hamman Shiseido, como mezcla de las culturas japonesa y marroquí. El nuevo hamman tiene un punto cinematográfico. Esa sutil penumbra, la intensidad de los perfumes, el poder limpiador del jabón negro o la energía de un guante de fibra sobre nuestra espalda sólo son parte de un ritual que supone poder disfrutar de un lugar que gana con los años. Saber cumplir 90 años no es fácil; menos mal que todavía quedan lugares como éste.
FICHA
Categoría: Hotel
Nombre: La Mamounia
Dirección: Avenida Bab Jdid- 40
Ubicación: Marrakech (Marruecos)
Web: www.mamounia.com
Teléfono: (212) 524 388 600