Un hotel subterráneo a 150 metros de profundidad. Una construcción que parece sacada del 'Viaje al centro de la tierra' y que miles de turistas y curiosos quieren acudir para vivir la experiencia de dormir bajo tierra. Los hoteles, ante la competencia tan agresiva que presenta el sector, tienen que ser cada vez más creativos y crear experiencia que engatusen al cliente y, sobre todo, a un muy buen precio. Una idea feliz que se ha hecho realidad en Suecia y que está siendo un verdadero éxito. En invierno, primavera, verano y otoño, los propietarios tienen todos los días del año reservada esta habitación de hotel que se ha convertido en una de las más codiciadas del mundo.
Y es que no es que esté unos metros por debajo de la superficie. Para llegar a los aposentos hay que bajar un total de 155 metros bajo tierra, una locura no apta para claustrofóbicos. Las personas que han acudido al hotel definen la experiencia como mágica e inigualable. Y no es para menos. A pesar de que algún hotel tenga unas características similares, esta habitación ostenta el récord del hotel más profundo de todo el globo.
El hotel a 155 metros bajo tierra: una habitación en una antigua mina
Muchos se pregunta cómo es posible que los arquitectos y obreros hayan sido capaces de confeccionar una habitación de hotel bajo tierra. Realmente el tema tiene una pequeña trampa. La suite en cuestión se encuentra en una profunda sala de una antigua mina de plata en el Condado de Västmanland, Suecia. Esto hace que todo cobre sentido. Tras varios siglos en donde diariamente mineros trabajan en sus túneles, esta mina quedo abandonada. Una oportunidad de oro y nunca mejor dicho. Un visionario de la época vio potencial en los caminos subterráneos y decidió darle una nueva vida a la zona de trabajo.
Fuera dela grandiosidad de su localización, hay un sinfín de detalles que marcan la diferencia. Una vez que llegar a las puertas del hotel, los propios trabajadores te harán un tour por todos los rincones del hotel para que te quedes asombrado con los túneles de la mina. Una vez que ya has conocido el pasaje, te indicarán donde se encuentra la habitación a 155 metros de profundidad, la cual no tiene paredes al uso, sino que su arquitectura está integrada con las rocas erosionadas de la propia cueva.
Ya solo con entrar en los aposentos del hotel te hará viajar a la Prehistoria. Una experiencia inigualable. Eso sí, a pesar de su apariencia de haber salido de la cueva de Altamira, el lugar tiene todo lo necesario para pasar una noche agradable y descansar adecuadamente. No te creas que por estar bajo tierra tendrás que dormir en el suelo. La iluminación es lo único que recuerda a tiempos de antaño, ya que en vez de utilizar electricidad para dar brillo a las bombillas, se utilizan velas para iluminar el sitio.
Las peculiaridades que presenta esta habitación hacen que su precio no sea para nada asequible. Y es que, era de esperar, que al ser un pasaje tan privado y limitado, la cifra que se tenía que pagar iba a ser desorbitada. Hablamos de nada más y nada menos que de 450 euros la noche. Una barbaridad que muy pocos se pueden permitir. Aun así, para aquellos que les gustan las emociones fuertes y que tienen el dinero, recomendamos visitar el hotel al menos una vez en la vida.