Los rallies sobre nieve son puro espectáculo para el aficionado y, entre ellos, el de Suecia es el más relevante con permiso del Rally de Montecarlo, pues se disputa prácticamente sobre nieve en cada uno de sus tramos al celebrarse siempre en las primeras semanas del mes de febrero, con todo el país cubierto por un manto blanco. Un rally hecho para especialistas y en el que, entre otros, Audi con su revolucionario Quattro marcó una época cuando en 1980 logró la primera de sus cuatro victorias consecutivas, siendo además el primer modelo en hacerlo con tracción a las cuatro ruedas.
Debutó en competición en 1981 y, durante cuatro años, dominó sobre la nieve el Rally de Suecia
Y es que antes del Audi Quattro, la ligereza de los diferentes modelos de tracción delantera era arma fundamental junto a la presencia de clavos de diferentes longitudes en las ruedas, imprescindibles para avanzar en la nieve y, sobre todo, en el hielo, con temperaturas que durante la época de la prueba pueden estar por debajo de los 10 ó 15 grados bajo cero. Pero con el inicio de los ´80, Audi dio todo un golpe de efecto con el espectacular Quattro, un modelo que debutó en el mítico Rallye de Montecarlo en 1981 llegando a liderar la prueba con enorme ventaja de la mano de Hannu Mikkola hasta que una salida de pista obligó a la retirada.
Y en su segunda carrera, el potencial demostrado en su debut quedó plasmado con la primera de las victorias en el Rally de Suecia, que durante cuatro temporadas consecutivas dominó con mano de hierro el Audi Quattro, alternándose las victorias el propio Mikkola con Stig Blomqvist. Un dominio fruto de la altísima eficacia que sobre la nieve demostraba la tracción Quattro desarrollada por Audi, y que le ha supuesto con el paso del tiempo uno de los más reconocidos sistemas de tracción total.
Fue concebido como un coupé de dos puertas y motor delantero basado en el Audi 80, uno de los modelos más destacados del momento, y se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1980 como modelo de calle, aunque ya con la idea de lanzar una versión de competición con las miras puestas en el Campeonato del Mundo de Rallys. Montaba un motor de cinco cilindros con 2,1 litros de cilindrada y una potencia que llegaba hasta los 370 CV. En su fase de desarrollo llegó a participar fuera de competición en el Rally de Portugal en 1980 ya con el propio Hannu Mikkola a sus mandos. Aunque oficialmente no compitió, los tiempos logrados en los tramos le hubieran dado la victoria con más de 20 minutos de ventaja, demostrando así la eficacia de la tracción total en este tipo de pruebas.
Medía 4,4 metros de longitud y pesaba apenas 1.000 kilos y, a lo largo de su vida, tuvo cuatro evoluciones diferentes conocidas como A1, A2, Sport y S1, siendo el Quattro Sport S1 la última evolución y que logró la última victoria en el Rally de San Remo de 1985, abandonando un año después la competición tras prohibir la FIA los Grupos B en 1986.