Chica Disney, drogas, alcohol, cárcel y rehabilitación. Si lo agitas bien, sale el cóctel perfecto de cualquier niña que ha pasado por la factoría cinematográfica soñando con ser actriz sin pensar en pagar un peaje por las consecuencias. Es el caso de Lindsay Lohan, quien, cuando rodó 'Tú a Londres y yo a California', no imaginó lo lejos que llegaría, delictivamente hablando. Después de todos los arrestos, comparecencias en los juzgados, viajes a la cárcel y estancias en rehabilitación, Lindsay Lohan ha decidido conjurarse con la todopoderosa Oprah Winfrey para lograr mejorar su imagen de yonki desquiciada y viva la vida que se ha ido granjeando a base de consumir gramo tras gramo.
Fue la semana pasada en Estados Unidos cuando, la actriz de 27 años hizo su más reciente intento para convencer al mundo entero de sus capacidades como actriz en Lindsay del canal OWN, de la mismísima Oprah, una serie documental en la que la Lohan intenta encontrar la paz que no encuentra desde que salió de la cuna.
La premisa del programa es seguir a Lohan mientras intenta restaurar su vida personal y profesional después de seis años de un desorden tan documentado que sabemos hasta la cantidades de dinero que sus padres se agenciaban cuando la niña era aún menor. Así que el verano pasado, menos de una semana después de que completara una estancia de 90 días de rehabilitación en California, Lohan se sentó con Oprah Winfrey para una entrevista y el equipo comenzó a filmar.
Todo, todo y todo
Como su propio nombre indica, el reality de la pelirroja más canalla de Hollywood iba a mostrar todo tal cual sucedía. Oprah dijo que no se iba a ocultar nada, y así sucedió: no se encubrieron los defectos y errores de Lohan, ya que miembros del personal comentaron abiertamente la forma en la que Lohan dificultaba la producción. De hecho, la Lohan se desquicia, llora y busca una salida a la prisión en la que ella misma dice que vive.
El alcohol y sus problemas al volante son un denominador común en las andanzas de Lohan, que en 2005, cuando aún era menor de edad, ya asistía a reuniones de Alcohólicos Anónimos y admitía padecer bulimia y consumir drogas. En agosto de 2007 se declaró culpable de cinco cargos por conducir ebria y poseer drogas, y fue condenada a cuatro días de cárcel, aunque su pena se redujo por un acuerdo judicial y Lohan no pasó ninguna noche entre rejas.
Los numerosos puntos bajos de Lohan van a ser relatados durante los 8 episodios que durará esta suerte de liberación televisada de la actriz, a la que acompañará en todo momento un consejero de sobriedad. Más allá de eso, el reality quiere ser un retrato de un artista joven en recuperación y lo que muestra es una tristeza infinita por una chica a la que sus padres explotaron hasta la saciedad.
Lo ha vivido todo
"No hay nada más para mi que tener una bebida", afirma Lohan en los primeros segundos del tráiler. Cuando el entrevistador le pregunta "si se siente alguna vez como una prisionera", Lohan le responde: "Sí, todo el tiempo". Durante estos ocho episodios de 'Lindsay', que comenzaron a emitirse el 9 de marzo, el equipo de Oprah Winfrey acompaña a la actriz en su día a día durante su desintoxicación. Un trabajo complicado que ha estado apunto de acabar con el proyecto en varias ocasiones porque la actriz se escapaba a fiestas que se alargaban más de tres días, según publican algunos medios.
El vídeo nos muestra cómo Lohan se muda a Nueva York con un nuevo asistente personal que le ayudará a comenzar de nuevo. En el clip también aparecen los padres de la actriz, Dina y Michael. El clip termina con Winfrey diciéndole a la actriz que "es necesario que termines con esta mierda. Tienes que hacerlo", a lo que Lohan le responde que sabe que "es su última oportunidad".
¿Quiere emular a Paris?
Sabemos que hay cosas más interesantes e importantes que hacer en el mundo, pero unir a Oprah Winfrey con Lindsay Lohan significa aspirar a un éxito del que Paris Hilton o Nicole Ritchie pueden presumir gracias a su fiasco de reality show The Simple Life, que terminó sus emisiones en 2007 tras cuatro temporadas en antena.
"No hay fiesta a la que no haya ido, persona con la que no haya salido o situación que no haya vivido. Ya no queda nada para mí en salir a tomar un copa, prefiero hacer otras cosas y disfrutar de la paz interior que tengo estos días", confesaba ante las cámaras. ¿Existe, de verdad, una maldición sobre las niñas Disney?