A la firma de la manzana los números le salen redondos, ya que mientras sus vaentas se han multiplicado por 14 en 2011, la declaración del impuestos de sociedades le ha salido a devolver, informa este lunes el diario "El Pais". La explicación a esta situación se encuentra en que la empresa factura la mayoría de sus ventas desde Irlanda, donde el tipo teórico del impuesto de sociedades es del 12,5% y desde donde es muy factible desviar cantidades relevantes de dinero hacia paraísos fiscales. El 'modus operandi', explica el rotativo del Grupo Prisa, consiste en que la firma compra sus productos a una sociedad irlandesa de Apple a un precio que no les deja margen ni beneficios, por lo que tampoco tien que tributar.
Dos sociedades en España
Apple opera en España a través de dos sociedades: Apple Marketing Iberia y Apple Retail Spain. La primera se centra en la venta a terceros y la segunda, es la que está detrás de las Apple Stores, las tiendas propias de la firma en España. El año pasado la primera firma obtuvo por las comisiones en las ventas ingresos por valor de 17.747 millones de euros, un 27% más que en 2010. Si la comisión es del 1%, como sostiene El País, las ventas del grupo en España habrían aumentado en 1.775 millones de euros durante el ejercicio anterior.
Las ventas de Apple pueden llegar a generar hasta un margen antes de impuestos superior al 30%, con lo que se calcula que por ventas en España podría reportar más de 500 millones. Algo que no es posible, ya que la filial española sólo factura comisiones y cubre los gastos de estructura en España, por lo que los resultados antes de impuestos serían de apenas 7,1 millones de euros. Por lo que la firma de la manzana apenas tributó 2,5 millones. Un negocio redondo.
Sobre la otra sociedad española, Apple Retail Spain, los datos depositados en el Registro Mercantil registran la multiplicación por catorce de las ventas del ejercicio pasado, que se cerraron con 76,36 millones frente a los 5,4 millones de 2010, año en que comenzó la apertura de las Apple Stores. Sin embargo, el resultado antes de impuestos fue de 364.138 euros, menos del 0,5% de las ventas. Lo que para la Hacienda española apenas le reportaría 143.000 euros, de los que ya están retenidos 141.000.
¿Por qué? Pues porque hay otra sociedad irlandesa, Apple Sales International, a la que compra todos sus productos a un precio que apenas le deja margen para cubrir sus gastos. Esto minimiza cualquier beneficio. Un precio que es muy alto y que según la memoria de la compañía, se trata de operaciones que "se han contabilizado de acuerdo a las normas generales y a precios de mercado" y que no pueden originar "pasivos fiscales significativos".
Con los distribuidores en sus manos
El prestigio de Apple y el tráfico que atrae a las tiendas hace que las grandes cadenas de distribución acepten menores márgenes de beneficios que con otras marcas. Incluso, puede ser un pérdida de dinero para ellos.