El Gobierno está a punto de sacar adelante su esperado plan para implantar en España el famoso dividendo digital. Un plan que supondrá, en síntesis, el cierre de algunos canales de la Televisión Digital Terrestre (TDT) y la obligación para miles de usuarios de resintonizar los aparatos que utilizan para ver su televisor. El Ministerio de Industria cumplirá así las órdenes dictadas por la Comisión Europea. Y es que Bruselas estipuló que esta tecnología, que permitirá la llegada del 4G para navegar por internet, debe estar en marcha en los estados miembros el 1 de enero de 2015. Eso sí, el Ejecutivo del PP se va a topar con algunas dificultades. La Generalitat catalana ya anunció este jueves que no piensa cerrar canal alguno, sea como sea el plan gubernamental.
En el Gobierno, en general, y en el departamento dirigido por José Manuel Soria, en especial, el mutismo es absoluto respecto a cómo van a canalizar los designios de las autoridades europeas. No obstante, el Ejecutivo tiene prisa y debe responder a un sector que le pide consensos para acometer un proceso ordenado. Las diversas fuentes del sector consultadas por Vozpópuli aseguran que los planes de Industria se conocerán en breve. Incluso, algunas de esas fuentes apuntan a uno de los dos próximos consejos de ministros (hoy o el próximo viernes). El plazo dado por Bruselas y las peticiones de los implicados no dejan lugar a seguir esperando demasiado tiempo. Sea cual sea la letra pequeña de la decisión del Gobierno, lo único seguro es que se debe adelgazar el espacio radioeléctrico para dejar el camino libre a la nueva tecnología.
Respecto a los costes para los usuarios, solo existe una vaga aproximación que apunta a unos 20 euros en un hogar que forme parte de un bloque de viviendas
El espacio radioeléctrico está divido en múltiplex de canales. Unos están en manos privadas y otros en públicas. Pero todos ellos perderán cobertura para liberar el espacio que necesita la 4G. La señal de TDT ya no llegará igual a muchos hogares. Por tanto, dicho adelgazamiento de las frecuencias provocará, como ya ha informado este diario, que miles de usuarios tengan que contratar a antenistas para que resintonicen sus aparatos de TDT. El coste estimado es de unos 20 euros por hogar, tomando como caso paradigmático un bloque de viviendas de unos veinte vecinos. Una aproximación demasiado vaga como para conocer el coste que finalmente tendrán que pagar los ciudadanos.
El caso catalán
Este proceso de implantación del espacio para la tecnología 4G es complejo de por sí. Y el Gobierno tendrá problemas para llegar en tiempo y forma a lo dictado por Bruselas. Además, ahora el Ejecutivo se encuentra con un problema añadido. Y es que el Gobierno de la Generalitat que encabeza Artur Mas ha vinculado el dividendo digital a una cuestión política en contra de la identidad catalana. Hace unos días, en plena campaña electoral de los comicios europeos, el portavoz y consejero de Presidencia, Francesc Homs, sorprendió a todo el sector y a la ciudadanía al denunciar que el Ejecutivo central pretendía cerrar canales en Cataluña. Como se ha dicho, el Ministerio de Industria está obligado a reducir la cobertura de los múltiplex de canales. Y ocurre que la Generalitat dispone de tres de esos múltiplex.
Homs insiste en que hay espacio para todos los canales y remarca que la decisión de Industria no puede ir contra la lengua catalana, que es "minoritaria" en televisión
Frente a las denuncias del Gobierno catalán, Soria explicó esta misma semana en sede parlamentaria que Cataluña perderá uno de esos múltiplex, pero porque así lo ordenan las autoridades comunitarias. Sin embargo, Homs insistió este jueves en que no va a cerrar canal alguno, diga lo que diga el Ejecutivo. En concreto, el portavoz de Mas afirmó que presentarán batalla. "Haremos todo lo que esté a nuestro alcance. Tendrá que venir alguien de fuera. Nosotros no cerraremos un canal de televisión". A su juicio, en el espacio radioeléctrico hay espacio para todos. Y la decisión del Gobierno central también es una cuestión de lengua y "el catalán, en el panorama televisivo, es minoritario", recogió EP.