Instagram, la mayor adquisición de Facebook, podría haber sido superior si Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, hubiera aceptado el precio inicial propuesto por Kevin Systrom. El co-creador de la aplicación fotográfica y CEO de la compañía pidió en un principio 2.000 millones de dólares, el doble del precio final que pagó Facebook.
El pasado 8 de abril, Zuckerberg informó a los miembros de la dirección de la red social de su intención de comprar Instagram, aplicación con la que fortalecería el intercambio de fotografías, una de las características principales de Facebook. Un día después, fue anunciada la adquisición de la aplicación por 1.000 millones de dólares.
Sin embargo, Systrom comenzó las negociaciones con una cifra muy superior a la finalmente acordada, sabiendo que otras empresas, como Twitter, estaban interesadas en adquirir su empresa. Según The Wall Street Journal, el fundador de Instagram pidió 2.000 millones de dólares a Zuckerberg, aunque la cifra descendió justo a la mitad.
En esas fechas, Instagram concluía una ronda de financiación que valoró la compañía en 500 millones de dólares, aunque Systrom ha sido capaz de sacarle una rentabilidad mucho mayor.