Necesitábamos algo así. En tiempos pandémicos Telecinco pule los detalles de su última creación dentro del género del reality show patrio: La casa fuerte. Mediaset estrenará en breve este concurso de parejas donde, si los medios especializados en televisión no fallan, concursarán Leticia Sabater y Yola Berrocal, entre otros rostros conocidos. Si ustedes no querían sopa, tomen dos tazas.
El nuevo programa de Telecinco se anuncia como un concurso donde varias parejas convivirán enclaustradas en una villa. Algunas de esas parejas residirán en la casa y realizarán variopintas pruebas para acumular dinero en sus respectivas cajas fuertes. Otras de las parejas vivirán "en peores condiciones" -vaya usted a saber qué han pensado para torturarles y torturarnos- y su objetivo será asaltar las habitaciones para robar el botín de los privilegiados. Todo un ejemplo de esfuerzo y buenos sentimientos. Valores, en suma.
El formato suena bastante surrealista pero, en puridad, podríamos decir que solo es un reality más de Mediaset. Son programas tan frívolos como absurdos que tienen su público. Así es España. Nada que objetar. Pero claro, la cosa ha cogido tintes chamánicos cuando hemos sabido que entre los concursantes estarán seres tan interesantes como la artista Leticia Sabater -acaba de estrenar disco y hace poco publicó su libro- y como la hasta ahora desaparecida Yola Berrocal.
El típico casting endogámico. Más carne para el menú de 'Sálvame Deluxe'. Pero lo de Berrocal y Sabater es ya de otro planeta
Nos podíamos esperar que Mediaset, como acostumbra, utilizase a rostros de otros concursos de telerrealidad. De hecho, en La casa fuerte participará una tal Fani, que acaba de pasar por Supervivientes y antes estuvo en el inenarrable La isla de las tentaciones. También serán de esta partida Cristian Suescun y Maite Galdeano, que son, para quien no lo sepa, el hermano y la madre de Sofía Suescun, ganadora de Gran Hermano 16 y Supervivientes 2018; madre e hijo ya tienen experiencia televisiva, por tanto. El típico casting endogámico. Más carne para el menú de Sálvame Deluxe. Pero lo de Berrocal y Sabater es ya de otro planeta.
Escribía hace unos días Borja Terán, quizás el crítico televisivo más atinado hoy día, sobre cómo las cadenas de televisión recurren cada vez más a viejos formatos exitosos que les aseguran altas dosis de audiencias. Y ponía como ejemplo los regresos de El internado o Los hombres de Paco. Pero eso que ocurre con la ficción se ha sublimado en este caso, ya que Telecinco apuesta por un formato novedoso, sí, pero recurre para potenciarlo a estas dos estrellas del firmamento televisivo que creíamos haber olvidado (felizmente) y ahora vuelven a nuestras pantallas.
Llegados a este punto, sufridos lectores que todavía me soporten, lo sencillo sería escribir una crítica populista sobre la degradación de la tele que se hace en nuestro país. Afirmar, por ejemplo, que resulta grotesco que semejante producto pueda ver la luz o decir que es deplorable que tamañas sujetas -por sus hechos las conocemos- tengan espacio en cualquier programa. Pero solo puedo añadir que ya ni siquiera me parece grave saber que La casa fuerte arrasará en audiencia. Quizás es justo lo que nos hacía falta o lo que merecemos. Porque lo verdaderamente grotesco es comprender que este reality es sólo el reverso lógico, inofensivo y casi divertido de todo lo que se escucha en el Congreso de los Diputados.
