El diario ‘El País’, ‘Cinco Días’, Progresa, Brand Solutions o Pressprint son algunas de las empresas del holding multimedia Prisa que se han visto afectadas en el último año por un drástico proceso de regulación de empleo que pretende adecuar la estructura de la firma a la actual coyuntura económica. Durante 2012, el grupo presido por Juan Luis Cebrián redujo su plantilla en mil profesionales, según se desgrana del último informe financiero remitido por la compañía a la CNMV.
Entre el 31 de diciembre de 2011 y el mismo día del último ejercicio, la plantilla media paso de 13.159 empleados a 12.191. De los 968 puestos eliminados, 642 correspondían a mujeres mientras que 326 eran de hombres. Según el citado informe, los gastos de personal ajustados de efectos extraordinarios en 2012 se redujeron en un 7,7%, es decir, en 45,68 millones de euros. Esta reducción tuvo lugar sobre todo en España, donde los gastos de personal se redujeron en 12,9% (49,75 millones de euros), mientras que los gastos de personal internacionales se incrementaron un 2% (4,07 millones de euros).
Como consecuencia de la restructuración el gasto extraordinario por indemnizaciones que tuvo que anotar en sus cuentas Prisa ascendió a más de 51 millones de euros, una cifra algo menor comparada con los 77,2 millones de euros que tuvo que abonar un año antes como consecuencia de expedientes de regulación previos.
Números rojos millonarios
Prisa perdió 255 millones de euros el pasado año, un 43 % menos que los 451 millones de pérdidas de 2011, después de provisionar 305,28 millones en 2012 por deterioro del fondo de comercio e inmovilizado inmaterial. Según informó a la CNMV, los ingresos de explotación alcanzaron los 2.664 millones de euros (un 2,2 % menos) y su beneficio bruto de explotación (Ebitda) los 427 millones (un 2,3 % menos). Su Ebitda recurrente fue de 476,76 millones (un 3,3 % inferior) y un 45 % de este resultado provino de América Latina.
Contención de la deuda con bonos y warrants
La deuda neta de Prisa a 31 de diciembre de 2012 se situó en 3.083 millones de euros, suponiendo una reducción de 450 millones de euros desde 2011. La deuda bancaria neta fue de 2.938,93 millones.
La ejecución de 150 millones de euros de warrants por parte de sus principales accionistas, los herederos de Polanco y el fondo Liberty, ayudó a mitigar las obligaciones bancarias. Cien millones de euros se aplicaron directamente a la amortización, mientras que otros 50 millones de euros se consideraron como entrada de caja. Por otro lado, durante la Junta General de accionistas de 2012, se aprobó la emisión de dos bonos convertibles, por importes de 100 y 334 millones de euros. El primero fue íntegramente suscrito por Telefónica y se incluyó como entrada de caja. El segundo fue suscrito por tres entidades acreedoras del grupo (HSBC, La Caixa y Banco Santander) y se utilizó directamente para amortizar deuda bancaria.