El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha fallado a favor de Daniel Sirera, exconsejero del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), en el proceso judicial que inició después de que fuera vetado de la reunión de este organismo de octubre de 2017, en la que se analizaban las posibles medidas contra la periodista Mónica Terribas, quien desde los micrófonos de Catalunya Ràdio llamó a sus oyentes a revelar la posición de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que trabajaban para impedir la celebración del referéndum del 1 de octubre.
Los hechos se produjeron en los días de mayor tensión en la historia reciente de esta comunidad autónoma, cuando el Ejecutivo de Carles Puigdemont decidió convocar un plebiscito y celebrarlo pese a haber sido prohibido por la justicia.
El expresidente de la Generalitat y sus socios de ERC contaron entonces con el apoyo de diversos periodistas afines, entre los que se encontraba Terribas, quien conducía el programa matinal de Catalunya Ràdio, es decir, de una empresa de titularidad pública.
El 22 de septiembre de ese año, la locutora hizo un llamamiento a sus oyentes para que revelaran la ubicación de los efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil que trataban de impedir la celebración del referéndum independentista. Esta actitud le valió una denuncia por parte de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil que fue archivada por el Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona en julio de 2018.
El veto del 'árbitro de TV3'
El CAC abordó este asunto en su reunión del 18 de octubre de 2018 y también exculpó a la periodista. El TSJ de Cataluña ha anulado esta resolución.
Este periódico ha tenido acceso a la sentencia que declara inválida esta decisión y en ella se reconoce que Sirera sufrió una “indefensión innegable” ante la “larga lista de irregularidades” que cometió el expresidente del CAC, Roger Loppacher, junto con sus consejeros más 'afines', para evitar que el citado vocal del organismo votara sobre este asunto.
Loppacher justificó su decisión en la existencia de una denuncia que ponía en duda la imparcialidad de Sirera en este asunto. ¿Por qué la existencia de esta sospecha? Porque así lo había señalado la ex decana del Colegio Oficial de Periodistas de Cataluña, Neus Bonet, compañera de Terribas en Catalunya Ràdio, según explican fuentes próximas a Sirera.
Bonet escribió en sus redes sociales un mensaje favorable a Terribas tras ser denunciada por la asociación de guardias civiles y Sirera respondió: “periodismo al servicio del régimen”. De las sospechas que despertó ese 'tuit' en la decana surgió el veto a este consejero.
La sentencia advierte del peligro que supone que el CAC “pueda utilizar un argumento no amparado por la ley -la eventual sospecha de parcialidad- para apartar a cualquier consejero sin motivo específico”.
El tribunal incide en que la actuación del Consejo incumple "los requisitos más básicos del procedimiento administrativo". Y continúa: "Ello provoca la transformación de la tramitación en una dinámica ilegal e improvisada, con la eliminación de facto de la posibilidad de debate y votación de un órgano colegiado, y todo ello mediante una resolución adoptada por un órgano incompetente, lo que da lugar a su anulación de pleno derecho".