Mediaset cerró los tres primeros meses del año con un beneficio de 53,1 millones de euros, que fue prácticamente igual al del mismo período del ejercicio anterior, cuando ganó 53,2 millones. Este dato lo consiguió en un contexto en el que la inversión publicitaria en las televisiones nacionales en abierto se redujo el 0,6%.
Los ingresos netos de la propietaria de Telecinco y Cuatro fueron durante este período de 226,1 millones de euros, es decir, el 1,5% menores que entre enero y marzo de 2018. Su resultado operativo EBITDA ascendió a 70,3 millones, el 4,6% más. En este tiempo, sus costes de actividad se redujeron el 4,6%, según ha detallado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Del total de su facturación, 213,5 millones de euros procedieron de la venta de publicidad, lo que representa el 0,5% menos que el mismo período del año anterior. Este porcentaje está en consonancia con el descenso de la inversión en la TDT (0,6% sin las televisiones autonómicas, 0,9% con ellas) que detectó la consultora Infoadex.
Ganancias mayores que las de Atresmedia
Las ganancias de Mediaset fueron mayores que las de su principal competidor, Atresmedia, que cerró los tres primeros meses del año con un beneficio de 28,7 millones (+36%). La audiencia del grupo dirigido por Paolo Vasile fue en enero, febrero y marzo del 27,5%, el 28% y el 28,2%, respectivamente, lo que le situó como el grupo más visto de la TDT, con un canal más que la propietaria de Antena 3 y La Sexta.
Ambas empresas están pendientes de la resolución del expediente que mantiene abierto la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) desde febrero de 2018, por las supuestas prácticas que realizan estas empresas para aglutinar la mayor parte del mercado publicitario.
Competencia rechazó recientemente la posibilidad de cerrar este expediente con una 'terminación convencional', lo que hubiera evitado la multa a cambio de que Atresmedia y Mediaset adquirieran una serie de compromisos. El período para recurrir esta decisión de la CNMC todavía está abierto. En cualquier caso, si no prospera la reclamación de las televisiones, podrían recibir una multa de decenas de millones de euros.