"Soy consciente del extraordinario esfuerzo que han realizado los accionistas (...) y espero que pronto los mercados reconozcan el potencial de creación de valor de Prisa". Estas palabras las ha pronunciado este lunes el consejero delegado de esta compañía, Manuel Mirat, y son definitorias de la situación del grupo, que en esta nueva etapa trata de mejorar la salud de sus negocios pese a la compleja 'herencia recibida' de la época anterior, comandada por Juan Luis Cebrián, y pese a la situación del mercado de los medios de comunicación, en el que la publicidad no abunda y en el que los negocios tradicionales, especialmente la prensa, se encuentran en una espiral descendente desde hace varios años.

Mirat ha participado este lunes en la Junta de Accionistas del grupo, celebrada en la sede de Prisa de la calle Miguel Yuste madrileña, en un espacio colindante con la redacción de El País, más discreto que las sedes elegidas para anteriores citas de este tipo, como la Casa de América y el Teatro Real. La Asamblea ha sido de perfil bajo, sin discursos grandilocuentes ni sobresaltos para sus directivos. De hecho, ningún accionista ha solicitado el turno de palabra. 

En la memoria de unos cuantos todavía permanece la polémica intervención que realizó en la Junta Extraordinaria de 2017 Joseph Oughourlian, dueño de Amber Capital, principal accionista, quien entonces la emprendió contra Cebrián y pidió cambios en profundidad en la cúpula de la compañía.

En la reunión de este lunes, Mirat ha puesto en valor los esfuerzos que ha realizado el grupo para aliviar sus urgencias financieras y para sentar las bases de la rentabilidad en el futuro, algo que, entre otras cosas, ha obligado a poner en marcha un plan de ahorro de 48 millones de euros y a recomprar el 25% de Santillana al fondo de inversión Victoria Capital. También, cabe recordar, ha requerido dos ampliaciones de capital que han ascendido a más de 700 millones de euros, que han apoyado inversores internacionales, pero también empresas del Ibex 35 que no tienen los medios de comunicación en su core business, como Telefónica y Santander.

Modelos de suscripción

En los próximos meses, según ha avanzado Mirat, el grupo pondrá el foco en varios puntos para tratar de mejorar sus resultados. Entre ellos, el desarrollo de modelos de suscripción en Santillana y en su división de prensa. En este último negocio, se espera la puesta en marcha de un modelo de pago por contenidos similar al de otras grandes cabeceras internacionales.

En España, su aplicación en los periódicos de referencia se ha retrasado como consecuencia de las dudas existentes sobre cómo rentabilizar esta herramienta (¿está el lector dispuesto a pagar?) y del miedo a que el primer diario generalista que la implante pierda un porcentaje significativo de su público.

La Junta de Accionistas de este lunes también ha servido para modificar la política de retribuciones de la compañía, lo que permitirá a Javier Monzón percibir un sueldo específico como presidente no ejecutivo. El montante oscilará entre los 300.000 y los 500.000 euros anuales.

También se ha aprobado la entrada en el Consejo de Administración de Beatrice de Clermont con experiencia en medios de comunicación y en la alta dirección de la tecnológica Google. Según ha anunciado Javier Monzón, en los próximos meses se producirá la incorporación de más mujeres al Consejo de la compañía, hasta que alcancen una representación del 30% dentro de este órgano.