El presidente de La Liga, Javier Tebas, envió hace unas semanas un contundente mensaje a Jaume Roures durante un acto público: el precio de los derechos audiovisuales del fútbol español subirá por encima de los 2.000 millones de euros en la próxima subasta que se ponga en marcha, de ahí que si quiere hacer negocio con este deporte, deberá acometer una buena inversión. Entre las principales compañías de telecomunicaciones del país ya se sabe que la próxima venta centralizada del campeonato comenzará a tramitarse antes del final de 2018 y, ante los precios que se barajan, han dejado claro que el actual modelo es insostenible. En estas condiciones, el papel de multinacionales como Amazon y Facebook podría tornarse en protagonista durante los próximos años dentro de este sector.
Este martes trascendía que, tras varios meses de espera, el fondo de inversión Orient Hontai estaba a punto de cerrar la compra del 53% de Mediapro por 900 millones de euros. Jaume Roures (12%) y Tatxo Benet (12%) conservarán el control de la compañía, aunque el principal accionista del grupo estará en China. Es decir, en uno de los mercados estratégicos para La Liga, en el que existe un importante potencial de crecimiento. Y, claro está, en la segunda economía del mundo por PIB nominal.
Fuentes de la productora audiovisual inciden en que el comprador no ha planteado exigencias de cara al futuro y no ha marcado una lista de objetivos económicos a cumplir. Ahora bien, con el elevado porcentaje accionarial del que dispondrá –y como socio de referencia- su voto y su capital serán claves en el futuro de la compañía. Incluido en lo concerniente a los derechos del fútbol.
Amenazas en el horizonte
Roures dispondrá de la cobertura de su socio oriental –y del gigante británico WPP- en un momento importante en el que los operadores tradicionales de este mercado han comenzado a percibir la amenaza de algunos de los principales gigantes tecnológicos del mundo. Empresas como Amazon, Netflix o Facebook podrían entrar en la puja por los derechos audiovisuales de las principales competiciones futbolísticas del mundo y eso alteraría completamente el actual statu quo.
En el mercado de la televisión en abierto, se da por supuesto que la entrada de estos operadores tendrá lugar antes de 2020, lo que les alejará, aún más, de las pujas por los derechos deportivos, señala uno de sus directivos.
Dicho esto, parece claro que el primer objetivo que se habría marcado Amazon es la Premier League, la competición liguera más valorada del mundo. El plan es adquirir el paquete de derechos en streaming, según destacó Bloomberg hace unas semanas.
En vista de este escenario, está por ver si las operadoras de telecomunicaciones seguirán participando en las subastas de derechos o si optarán por establecer alianzas con los gigantes tecnológicos que los adquieran. Lo que tienen claro es que el actual modelo de explotación de derechos no es sostenible a medio plazo, pues resulta imposible rentabilizar las multimillonarias inversiones que requiere su adquisición con la oferta de precios competitivos a sus clientes.
“Consideramos desproporcionados los precios del fútbol en España”, precisa un portavoz de Orange, en una opinión similar a la que tiene Vodafone: “El actual modelo es difícilmente sostenible”, remarcan desde la compañía. Fuentes internas de Telefónica inciden en que la dinámica tiene que cambiar y las cantidades que hasta ahora se han pagado por los derechos audiovisuales deben revisarse.
La duda que existe en el mercado es la posición en la que quedará Roures en el caso de que Amazon, Netflix, Facebook y compañía lleguen a este mercado
Pese a que estas declaraciones se han repetido durante las últimas negociaciones por el fútbol –tanto con Tebas como con la UEFA, la FIFA o con Mediapro-, lo cierto es que, al final, ninguna de las telcos ha decidido prescindir de este producto. Tampoco está previsto que lo hagan con los derechos de la Liga de Campeones para las temporadas 2018/2019, 2019/2020 y 2020/2021, propiedad en exclusiva de Mediapro. Entre otras cosas, porque esto afectaría a su oferta de servicios convergentes y, por consiguiente, a su cuenta de resultados.
La duda que existe en el mercado es la posición en la que quedará Roures en el caso de que Amazon, Netflix, Facebook y compañía lleguen a este mercado. El grupo facturó en 2016 un total de 1.536 millones de euros –su récord-, pero su potencia de fuego se antoja escasa en comparación con la de los citados colosos de la ‘nueva economía’.
En este sentido, habrá que ver cómo responden los nuevos socios chinos de Roures y hasta qué punto le ayudan a salir victorioso de la nueva guerra del fútbol que ya se vislumbra en el horizonte. Otra más.