Cada día que pasa, los mandamases de Unidad Editorial y Vocento encuentran más motivos para fusionarse. Fuentes del sector explican que los datos de ventas en quiosco y de ingresos publicitarios de este trimestre siguen en caída libre en la prensa escrita. El negocio no funciona y los propietarios italianos de Rizzoli Corriere della Sera (RCS) Mediagroup, matriz de la antigua Unedisa, tienen cada vez más prisas por cerrar la operación. Mientras, en los despachos de ambos grupos mediáticos cunde y crece el nerviosismo. Aunque unos y otros dan por hecho que habrá acuerdo, más tarde o más temprano, se viven situaciones incómodas como la pelea pública suscitada la pasada semana entre ABC y El Mundo a cuenta de su "independencia" respecto a los bancos.
En los despachos de las grandes editoras ya se pronostica un tercer trimestre del año nefasto, con más caídas en la venta de ejemplares y en el número de anuncios
Las fuentes consultadas insisten en que los datos del negocio de la prensa impresa continúan sin remontar. Tanto es así que en los despachos ya se pronostica un trimestre nefasto, con nuevas caídas tanto en la venta de ejemplares, con una media del 10% menos que el año pasado, como en los ingresos publicitarios, con pequeños descensos porcentuales en este caso. En suma, a no ser que haya un milagro en lo que queda de septiembre, continuará el camino cuesta abajo y sin frenos de los medios en papel, en línea con las previsiones de casi todos los analistas. Y la sensación de los directivos es que es inevitable cambiar este panorama con una alianza estratégica que sirva para ahorrar costes.
La crisis del sector es, por tanto, generalizada, pero afecta sobre todo a estos dos grupos porque sus negocios audiovisuales nunca han funcionado. Como ha recogido este diario puntualmente, en los seis primeros meses de 2014, Vocento perdió 4,1 millones de euros y Unidad Editorial se dejó la friolera de 16 millones, según las cuentas que han hecho públicas las dos compañías editoras. Es decir, una mala situación para ambos, aunque peor para la editora de El Mundo, Marca y Expansión. Los números hablan por sí solos, especialmente los de sus deudas. El grupo de capital vasco refinanció su deuda, superior a los 175 milones, meses atrás. La antigua Unedisa arrastra una deuda de 275 millones, que, como aclaran desde el propio conglomerado, debe a sus propietarios italianos.
Prisas en Italia
Así las cosas, no resulta nada extraño que en los despachos de Milán, sede de RCS, se quiera acelerar todo lo que sea posible esta operación de alianza con el grupo editor de ABC y otra quincena de periódicos. Las negociaciones, capitaneadas por el presidente de Vocento, Rodrigo Echenique, van a buen ritmo. El plazo estimado en un principio para cerrar la operación era antes de que acabase este año. Pero las prisas crecen y crecen ante el desmoronamiento de un sector que solo da pérdidas. Unas prisas que, al decir de las fuentes consultadas, crecen sobre todo en el seno Rizzoli. Lo cierto es que los negociadores ya tiran de calculadora para cerrar la alianza cuanto antes.
El nerviosismo es evidente en las plantas nobles de sus respectivas sedes, aunque paradójicamente unos y otros dan por hecho que habrá alianza tarde o temprano
Al decir de varias fuentes de ambos grupos, el nerviosismo es evidente en las plantas nobles de sus respectivas sedes, aunque paradójicamente uns y otros dan por segura esta alianza. Solo esa tensión, amén de algún asunto no aclarado y pendiente de resolver, puede explicar la batalla que ABC y El Mundo mantuvieron a finales de la semana pasada. Fue una suerte de competición entre ambos grupos mediáticos, a través de sus dos grandes cabeceras, para mostrar públicamente cuál de los dos puede presumir de mayor independencia respecto a las entidades bancarias. Todo ello a cuenta de la muerte de Emilio Botín.
Los bancos, la independencia y el futuro
El rotativo de la antigua Unedisa golpeó primero con una información en la que remarcaba el vínculo del Banco Santander con los grupos Prisa y Vocento. En dicho artículo, que decía en el título "dos grupos ligados al Santander", se remarcaba que, como es bien sabido, Rodrigo Echenique había sido consejero delegado de la entidad bancaria. La respuesta llegó por parte de Luis Enríquez, consejero delegado de Vocento y ex de Unidad Editorial, que al día siguiente publicó un duro artículo en ABC que a buen seguro no gustó al presidente ejecutivo rival, Antonio Fernández-Galiano.
En su texto, que sorprendió a la mayoría de los implicados en el sector, Enríquez llegaba a recomendar a El Mundo que "pregunte en la planta segunda del edificio de San Luis (lugar donde están ubicados los altos ejecutivos de Unidad Editorial) por las cifras de su propio grupo antes de preocuparse por las de otros". Quizás, pronto, todos tengan que preocuparse por las mismas cifras. Y puede que no todos los que ahora mandan tengan sitio.