El proceso de venta del Grupo Zeta sigue en marcha, pero sin visos de cerrarse en el corto plazo. Las “excesivas” pretensiones de los vendedores y la falta de margen de maniobra financiero por parte de los potenciales interesados han provocado que ninguna de las conversaciones que se han mantenido hasta la fecha haya llegado a buen puerto. Dentro de la compañía presidida por Antonio Asensio Mosbah, esperan que esta negociación culmine -para bien o para mal- durante los primeros meses de 2019, aunque existen dudas sobre su éxito dada la compleja situación en la que se encuentra el sector de la prensa, según han detallado fuentes conocedoras de las negociaciones.
Durante los últimos meses, han sido varios competidores los que han preguntado por la situación de la compañía. Entre ellos, Vocento, Editorial Prensa Ibérica y Jaume Roures -al margen de Mediapro-. Sin embargo, ninguno ha trasladado una oferta formal, entre otras cosas, por las “altas pretensiones” de los responsables de Zeta y por su negativa a desligar El Periódico de Catalunya del proceso de venta del resto de los activos del grupo.
La situación económica de la compañía de los Asensio es compleja, lo que le ha obligado a refinanciar varias veces su deuda con los bancos en los últimos años, así como a ejecutar cientos de despidos en sus medios de comunicación, a cerrar Interviú y Tiempo; y a deshacerse de la joya de la corona del grupo, Ediciones B, que vendió a Penguin Random House hace algo más de un año por 39 millones de euros.
La auditora Deloitte recomendó a sus gestores en un informe realizado en 2017 explorar posibles fusiones con competidores como Prisa, Godó y Vocento, ante sus dificultades para sobrevivir en solitario en un mercado en el que existe una “clara necesidad” de concentraciones. Sin embargo, ninguna de las conversaciones ha fructificado por el momento, tanto por la elevada valoración del negocio que ha realizado Zeta como por las estrecheces financieras de los interesados, explican fuentes del mercado.
A estos factores, hay que unir la complejidad que implica la fusión de dos grupos de comunicación, tanto por la dificultad de aplacar los egos de las partes como de conjugar las líneas editoriales.
Negociación con Moll
Según detalló recientemente Dircomfidencial, el interés de Prensa Ibérica por Zeta se ha disipado en los últimos tiempos, entre otras cosas, por la negativa de Javier Moll a desembolsar 50 millones de euros por el grupo y a aceptar que Antonio Asensio Mosbah sea nombrado vicepresidente de la entidad resultante. Fuentes oficiales del Grupo Zeta han declinado hacer comentarios sobre las conversaciones mantenidas con los potenciales compradores.
En cualquier caso, la intención de sus gestores es que el futuro del holding se resuelva durante la primera parte de 2019, bien con la confirmación de una venta o bien con la continuidad de los actuales accionistas, que tienen que lidiar con una deuda que asciende a varias decenas de millones de euros y con las dificultades de unos negocios que han sufrido durante los últimos años los efectos de la crisis del papel.