Los retoques estéticos están a la orden del día en Hollywood. Las celebrities sucumben al bisturí para mantener su belleza con pequeños, o grandes, retoques estéticos que, en muchos casos, las transforman completamente. Es el caso de la actriz Meg Ryan que ha sorprendido con una nueva cara.
Después de más de un año alejada de los focos, la actriz de 53 años acudió a la Semana de la Moda de París con una nueva imagen conseguida a base de cirugía. Ryan tiene los ojos más pequeños y rasgados, la piel más tersa, la barbilla más fina y también ha retocado su nariz. Poco o nada queda de la actriz que vimos en Cuando Harry encontró a Sally o Tienes un e-mail. Lo único que conserva de su imagen son sus rizos rubios.
El paso de las celebrities por el quirófano. Existen muchos ejemplos en los que los cambios apenas son perceptibles y realmente mejoran el aspecto del famoso pero, en otros casos, el cambio es más perjudicial que beneficioso. De este último caso existen ejemplos muy mediáticos, como el cambio radical de la actriz Renée Zellweger, que tiene el dudoso honor de haber puesto nombre a esta plaga de famosas que han cambiado, para mal, su aspecto a base de bisturí.
Uma Thurman, Demi Moore o Catherine Zeta Jones son algunas de las famosas que han sufrido el efecto Zellweger al pasar por el quirófano. Las actrices se han pasado con el bisturí transformando completamente su rostro y perdiendo así alguno de sus rasgos.