La situación de crisis que atraviesa el cine español forma parte de la mayoría de conversaciones entre los profesionales de la industria. El actor Hugo Silva no es una excepción. En conversación con Marabilias reconoce que aunque él siga muy activo como intérprete, “no tienen nada que ver las ofertas de trabajo de ahora con las que había antes”. Por eso, cuando se le pregunta por su futuro no descarta pasarse al otro lado de la cámara: “Dirigir puede que sí que me gustaría mucho”, asegura. Después de 11 años de oficio existe una parte técnica de un rodaje con la que está muy familiarizado, pero sigue conquistado por la interpretación, que es “una mentira tan grande y bonita que engancha mucho”.
Hugo remarca que es necesario y primordial “no sangrar la cultura: una sociedad sin cultura es muy peligrosa”, y por eso en su opinión el Estado debe defenderla para que pueda ser viable. “La cultura hay que cuidarla, si no es un sinsentido”.
Terror con un punto romántico
Sobre la película, Silva explica que es para morirse de miedo, con mucha profundidad, orbitando por diferentes lugares. “No es una comedia romántica, pero el amor es motor de todo”, destaca, aunque tampoco puede desvelar demasiado.
Musarañas es un filme de terror ambientado en la España de los años 50. Montse (Macarena Gómez) vive con su hermana (Nadia Santiago), las dos encerradas en un siniestro piso del centro de Madrid. Montse padece de agorafobia y un temperamento obsesivo impidiéndole dar un paso fuera de casa. Un día, Carlos (Hugo Silva) un vecino joven e irresponsable, tendrá la mala suerte de caerse por las escaleras, buscando ayuda en la única puerta a la que ha sido capaz de arrastrarse.
Hugo Silva comenta que le llamó el director y ahora productor Álex de la Iglesia para proponerle un papel y en cuanto leyó el guión se dijo “¡Claro que sí!”. Nos revela que leyó el guión por curiosidad. Nunca dudaría un sólo instante en aceptar un proyecto cinematográfico con De la Iglesia, con quien ya compartió experiencias de rodaje.
“Es un personaje que nunca he hecho”, tanto por la época en la que se sitúa como por el tipo de personaje, explica. Hugo Silva lo define como “un dandi, culto, fino, con dinero, un ‘señorito’, un poco Peter Pan enamorado de la juventud que vive la vida por puro placer”.