Jacqueline de la Vega: “Estoy muy enamorada y espero que dure”. ¿Se acuerdan de Jacqueline de la Vega? Intentaríamos darles unos cuantos datos, tipo los programas en que ha participado, las relaciones que ha tenido o las obras de teatro que ha interpretado, pero la verdad es que somos incapaces de recordar nada. ¿Qué ha hecho Jacqueline de la Vega para ser famosa? Aunque con ese nombre, tampoco tenía mucho más que hacer. Pues resulta que ahora Jacqueline es escritora, pero no una cualquiera, sino de relatos eróticos. La mexicana apareció muy sonriente en la entrega del “Premio de Literatura erótica escrita por mujeres Válgame Dios 2013”. Ahí es nada. Normal que esté contenta, atendiendo a lo bien que se lo debe pasar escribiendo estas aventuras picantes. ¿Se imaginan cómo deben ser las tardes de trabajo en casa de los De la Vega? Un auténtico festín y no precisamente de comida. Ay, Jacqueline, ¡si es que por cosas como esta eres famosa! (Love).
Gloria Camila: “Cuando le conté a mi padre que recibía el premio se puso muy contento”. Atiendan, que lo que viene es para no creérselo. Resulta que Gloria Camila, hija de la difunta Rocío Jurado y del encarcelado José Ortega Cano, ha recibido el tradicional Bombín de San Isidro por... por... ¿por qué? Pues no lo sabemos. Gloria Camila, que acaba de cumplir 18 años, no ha hecho nada más en su vida que ser adoptada por dos personas famosas. La joven no tiene oficio, ni beneficio, ni parece que muchas ganas de tenerlo. Sí, dicen que estudia, que saca buenas notas y que es muy madura para su edad, pero ¿eso son méritos suficientes para llevarse un Bombín? Junto a ella, la actriz Vanesa Romero, la modelo Estefanía Luyk y la periodista Julia Otero. Muy bien, pero ¿y Gloria Camila qué pintaba allí? ¿Era un premio por ser la única de los Jurado-Ortega que continúa su vida con normalidad? ¿Algún responsable de los premios que pueda darnos una pista? No dormimos por las noches, apiádense (Love).
Rosa Villacastín: “Mi abuela me enseñó a luchar”. ¿Recuerdan a Rosa Villacastín? Eterna periodista, compañera de Ana Rosa en aquel mítico programa Extra Rosa, colaboradora habitual de tertulias del corazón y señora que aparenta mucha más edad de la que seguramente puede tener. Pues -agárrense a la silla- resulta que Rosa es familia de Rubén Darío. Bueno, a ver, familia, familia, tampoco. La abuela de Rosa, de nombre Paca, tuvo un affaire amoroso con el poeta y cuando este murió, se casó con un tal José Villacastín, que es el abuelo de la periodista. Pero eso son detalles superfluos que a Rosa no le interesan nada, así que ha decidido escribir una novela contando la historia de su abuela Paca. “¿Que Pilar Eyre ha escrito otra novela histórica? ¡Pues yo no voy a ser menos!”, imaginamos que dijo Rosa sentada en el sillón de su casa. Así que se buscó al escritor Manuel Francisco Reina, le contó la historia de su abuela y decidieron escribir un libro a cuatro manos. Ana Rosa estará más joven y tendrá más éxito, pero a lista no le gana nadie a Rosa Villacastín (Diez Minutos).
Belinda Washington: “Estoy mejor ahora que a los 30”. No, Belinda, no, no nos lo vamos a creer. Podrás decir lo que quieras, que estás más tranquila, que disfrutas de los pequeños placeres de la vida, que bebes ocho litros de agua al día, pero que con 50 te encuentras mejor que con 30 no nos lo creemos. Belinda, que trabaja en la serie Ciega a citas y en el teatro con Miriam Díaz-Aroca, ha ido a promocionar un producto para los cambios hormonales y claro, ¿qué va a decir? Pues que está feliz con la menopausia, que no le ha pasado nada mejor en la vida. Mira, Belinda, véndele el tema a otro que no cuela. Por cierto, ¿dónde está Chapis? ¿Sabes de él? (Semana)
David Bustamante confidencias y trabajo en México, donde graba su nuevo disco. ¿Saben que ser famoso es una heroicidad? Pues ya se lo decimos nosotros: lo es. Resulta que mantener un matrimonio de nueve años con compromisos profesionales de por medio es algo digno de mérito y aplauso y todo un reto para cualquier famoso -ya saben que para los demás mortales es algo rutinario, como ir a la compra o comer paella los domingos-. El pobre David Bustamante ha tenido que separarse de Paula Echevarría y de su hija para irse a México a grabar su nuevo disco porque busca “algo especial, fresco, con un sonido moderno”. Y claro, eso solo lo puedes encontrar en México. Pero antes de echarse a llorar, piensen que el cantante paró de trabajar durante nueve meses para estar con su hija, vamos, como todo el mundo. ¿Qué padre puede permitirse el lujo de pasar nueve meses de baja? Que no nos quieran vender un drama donde no lo hay. Además, David, sinceramente, ¿octavo disco? ¿Para qué? ¿Era necesario? ¿Has pensado en apostar ya por la jubilación? (¡Hola!)
Terelu vive a tope la fiesta madrileña. Cuando pensábamos que la presentadora estaría deprimida por los rumores que apuntan a que Paolo Vasile no quiere que vuelva a Telecinco -aunque ella ya ha dicho que no es verdad, aunque claro, ¿qué va a decir?-, Terelu nos sorprende a todos con unas ganas de fiesta que ni una jovencita. Acompañada de una Coca-cola, una botellita de licor de esas de minibar de hotel y dos paquetes de cigarrillos, la colaboradora se plantó en los toros dispuesta a pasar la mejor de las tardes de San Isidro. Y a juzgar por las fotografías, no lo ha conseguido. ¿Estará preocupada? ¿Habrá reñido con su nuevo novio, el boxeador? ¿Con su anterior novio, el artista? ¿O con su ex, el piloto? Terelu, haciendo malabarismo con tres hombres a la vez, normal que estés preocupada. Y por cierto, beber y fumar no sé si será muy bueno para la dieta y la vida sana... Como consejo te lo decimos. Luego ya, tú misma.
La vida de un presentador es tan común como la del resto de los mortales -excepto por el sueldo, la fama, las propiedades, los modelos de buenas marcas y un sinfín de privilegios más- y así nos lo cuenta nuestro presentador favorito en El diario de Jorge Javier. Esta semana no ha sido una gran semana para Jorge Javier. Le tocó ser suplente de una mesa electoral, soñó que le daban el Premio Nobel de literatura -sí, pueden reírse tranquilos- y que todo el mundo le criticaba y tuvo que darle a su novio, el misterioso P., una clase magistral de fútbol, como si el presentador tuviera algo de idea al respecto. Pero tranquilos, en su diario siempre hay lugar para el sexo. “Martiño (Rivas) me tiene descolocado: tiene rostro angelical pero bíceps de estibador. O sea, una mezcla explosiva. Si lo imagino en materia lo relaciono con un atardecer ibicenco con final feliz en un after mientras que Ricky (Martin) me remite a sudadas noches de blanco satén y champán”. ¡Lo que le gusta un after a Jorge Javier! Ya saben dónde tienen que ir si quieren encontrárselo. Pero si lo que quieren es encontrarse con Martiño Rivas, entonces... mejor crucen los dedos (Lecturas).