El enlace matrimonial de Amal Alamuddin y George Clooney fue uno de los más sonados de 2014 por el ambiente idílico que se respiraba en su organización: la elección de Venecia como ciudad, el magnífico vestido de novia y la inversión en numerosísimos invitados del panorama hollywoodense. Nada podía hacernos pensar a la gente de a pie que tan sólo 137 días después comenzarían los problemas en una de las parejas que más perfección -aparente- rezumaba.
En la gala de los Globos de Oro los medios captaron una evidente actitud de aburrimiento por parte de Alamuddin, lo cual disgustaría enormemente a Clooney, quien percibe que a la abogada sus amigos le caen más bien gordos. Si a todo esto le sumamos que a ella se le ha subido la fama a la cabeza como suben las burbujas en un vaso de champagne, que no traga que su marido siga llevando esa vida propia de playboy, y que no quiere tener hijos, el resultado son unos rumores a gritos de crisis matrimonial que podrían desenlazar en ruptura inminente.
Y es que aunque llevan poco tiempo casados, podría estar en juego la fortuna de ambos, ya que ella llegó a la boda con 2 millones de dólares y Clooney con alrededor de 200. Si el contrato prematrimonial que supuestamente establecieron no llegó a firmarse, el actor se podría ver perjudicado al tener que ceder parte de su fortuna a Amal.