Desde que las tops de los 90 colgaran los tacones y se dedicaran a sus negocios -con muy poco acierto y muchos proyectos fracasados-, el mundo se rindió a los encantos de Gisele Bündchen. La brasileña recogía el testigo de Claudia Schiffer o Cindy Crawford e imponía su propio reinado sin mucha dificultad -las outsiders, como Kate Moss, continuaron a su ritmo, sin que les interfiriera demasiado-. Desde entonces, no ha habido modelo que haya podido arrebatarle su trono. Y es que, pese a cumplir años -algo aparentemente prohibido para las profesionales de la moda y las actrices de Hollywood-, Bündchen continúa situada, con comodidad, en el top de modelos mejor pagadas año tras año. Casi 50 millones de dólares anuales lo atestiguan. Pero ¿hasta cuándo va a durar este reinado? ¿No va siendo hora que otra modelo ocupe el puesto de la brasileña?
Muchas candidatas se han disputado la medalla de plata a lo largo de estos años -la mayoría proveniente de la factoría Victoria's Secret-, pero ninguna con tanto ímpetu como Miranda Kerr. La modelo australiana parece dispuesta a todo con tal de deshacerse de su 'íntima amiga' -ya contó otra top, Alessandra Ambrosio, que entre las modelos no hay rivalidad, que todas se quieren y aprenden unas de la otra, y si ella lo dice, pues nos lo tendremos que creer-. Su último movimiento ha sido posar con unas diminutas bragas de Calvin Klein para la revista Love -la americana, no la que sale en nuestros quioscos cada miércoles-, aunque tras la campaña para Wonderbra, todo parece un mero intento para llamar la atención. Y eso que Miranda no tiene ninguna necesidad.
Lo que no ha aprendido la australiana todavía es que así no va a quitarle el trono a Gisele. Si lo que quiere es coronarse como la top mejor pagada del año, lo que tiene que hacer es cambiar de estrategia. Con fotografías ligera de ropa no va a conseguir nada. Pero que no se preocupe, nosotros tenemos la clave y es tan sencilla como seguir estos cinco pasos:
Aficionarse al fútbol americano
Si quiere que Gisele se retire definitivamente de las pasarelas, lo que tiene que hacer es ir minándole la moral. Debe empezar por acudir a los partidos de Tom Brady, el marido de la brasileña, y dejar patente que su admiración por el jugador va más allá de la mera deportividad. Camisetas con ‘Tom te quiero', declaraciones ambiguas a los medios de comunicación y un casual encontronazo a la salida de los vestuarios harán el resto. Seguro que la modelo brasileña decide pasar menos tiempo trabajando y más en el terreno de juego, y ahí es donde entra la picardía de Miranda y la segunda parte del plan.
Contratar al mismo representante
Si Gisele Bündchen acapara algunas de las campañas con mejor presupuesto, es tan sencillo como conseguir que prescindan de ella y postularse como sustituta. Para ello, más vale que la modelo contrate al mismo representante que la brasileña. No podrá argüir que Bündchen ya está mayor para atraer a un público nuevo -la brasileña tiene 34, pero Kerr no se queda corta con sus 31-, pero sí podrá argumentar que el desgaste de imagen es considerable y que ya va siendo hora de renovar la plantilla. Con esto ganará puntos -y millones-, pero que no se confíe, que en el mundo de la moda los días pasar muy rápido.
Empezar a salir con Leo DiCaprio
Este puede ser uno de los golpes de gracia. Desde que Miranda Kerr dejara su relación con Orlando Bloom, la modelo no ha tenido una pareja estable. Y seguro que junto a Leo DiCaprio tampoco la va a conseguir pero, al menos, podrá darle rabia a su 'amiga' y, de paso, conocer muchos trapos sucios de la modelo. No queremos perdernos la cara de Bündchen cuando tenga que cruzarse con su ex del brazo de Kerr en cualquier fiesta de Hollywood. Si este no es el golpe de gracia, es que la cosa está complicada.
Cambiarse el apellido por 'Kerrchen'
Si no puede con el enemigo, únete a él. Un cambio de apellido puede solucionarlo todo. ¿No hablamos del reinado de las modelos brasileñas? Pues prepárense para conocer a Miranda Kerrchen, la primera hermana de Gisele Bündchen. Al principio, puede que todo sea un poco confuso, pero tanto las revistas como los medios especializados recogerán la noticia y la convertirán en trending topic. A estas alturas, Gisele tendría que estar tan harta de las polémicas que empezaría a barajar la posibilidad de encerrarse en casa y no salir nunca más. El momento del golpe final.
Sobornar a Anna Wintour
El que algo quiere, algo le cuesta. Si Miranda pretende que ningún diseñador, publicista, director creativo o editor jefe cuente con Gisele Bündchen, va a tener que rascarse el bolsillo y ofrecer unos buenos 'aguinaldos' a los principales nombres de la moda. O, ya puesto, que financie un año entero de Vogue USA y que deje que Anna Wintour haga el resto. Puede que sea cruel para la brasileña, pero lleva tanto tiempo reinando que debe haber acumulado una buena cantidad de ahorros. Con esto, el camino estará despejado para la 'era Miranda Kerr'.
¿Creen que nos hemos dejado llevar demasiado por las ansias de poder? ¿Hemos sido muy malas personas con la pobre Gisele? Piensen que todo ha venido por unas simples bragas de Calvin Klein. Les invitamos a que nos riñan en las redes sociales. Posiblemente, nos lo merecemos...