La duquesa de Alba dejó escrita en una carta – que poseía Alfonso- su última voluntad que concernía a su viudo. En ella pedía que éste recibiera una pensión para vivir dignamente como duque viudo de Alba, según ha publicado ABC.
Después de más de un año de luchas por la herencia, los abogados de Alfonso han llegado por fin a un acuerdo con los abogados de los hijos de Cayetana Fitz James Stuart y han firmado un documento por el que el viudo de la duquesa de Alba recibirá una pensión vitalicia de 3.000 euros mensuales limpios, es decir, libre de impuestos. Una cantidad a la que hay que sumarle su jubilación, ya que cumplió 65 años el pasado 15 de noviembre, permitiéndole vivir sin níngún tipo de agobio.
Además, el convenio firmado cuenta con el consentimiento de todos y ha establecido que ninguna de las partes podrá hablar sobre los términos acordados o se darán detalles precisos sobre cómo se ha llegado a esa solución ya que consieran que se trata de un asunto privado. De ahí el silencio y la discreción de Alfonso y del resto de la familia Alba.
Aunque Cayetana se vio obligada por sus hijos a repartir entre estos toda su fortuna para así contraer matrimonio con el funcionario, éste era consciente de que le correspondía un porcentaje del tercio de libre disposición de la herencia personal de la duquesa de Alba.
Con el acuerdo establecido, Alfonso recibirá el 25 por ciento del usufructo de la parte de mejora. Una cifra que según los expertos podría alcanzar el millón de euros que habría preferido cobrarlo en metálico. También tendría derecho a joyas y cuadros menores de la colección personal de la duquesa.