La película La tonta del bote fue uno de los grandes éxitos de los años setenta. Su personaje creó un precedente y sus movimientos, tan imitados, serán recordados siempre.
Lina Morgan consiguió cumplir uno de sus sueños, ser la propietaria del teatro La Latina. En él fue durante años la única estrella y aunque hubo momentos de altibajos, logró mantener en cartel cada una de sus obras durante varias temporadas como El cuento de la lechera, Pura metalúrgica, La Marina te llama, ¡Sí, al amor! o ¡Vaya par de gemelas!
Esta última obra funcionó desde noviembre de 1980 hasta septiembre de 1983, con ella se recaudaron unos 2.700 millones de pesetas, casi unos 16.228 euros, y la actriz fue reconocida en 1982 con el premio Miguel Mihura del teatro.
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Después del éxito de Celeste no es un color, Lina Morgan decide dar el salto a la televisión. Su primera aparición fue una serie para Antena 3, Compuesta y sin novio, dirigida y escrita por Pedro Masó y emitida en septiembre de 1994 como uno de los estrenos más destacados en la nueva temporada del canal. Gracias a este trabajo, la actriz obtiene el TP de Oro 1994 a la mejor actriz.
En 1995, la muerte de su hermano José Luis afecta seriamente a la actriz, quien además se ve obligada a hacerse cargo de La Latina. A pesar de ello, sale adelante y emprende un nuevo proyecto producido por Valerio Lazarov, la serie Hostal Royal Manzanares para Televisión Española, por cuyo papel cobró 24 millones de pesetas por episodio, unos 144.243 euros. Durante cuatro temporadas, este espacio obtuvo un importante éxito de audiencia como líder del prime time de los jueves.
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En El último tranvía repetía la misma fórmula cómica y consiguió obtener también un gran éxito. Tras el final de Hostal Royal Manzanares, Morgan se embarca en otros dos proyectos en 2001, regresaría a la televisión pública con Academia de baile Gloria. También grabó y estrenó en 2004 la serie ¿Se puede? para la misma cadena de televisión.
Pero sin duda, una de las canciones más míticas de la actriz con la que una y otra vez comenzaba sus espectáculos: “Agradecida y emocionada solamente puedo decir: gracias por venir…”.