Hay muchas formas de arruinar un estreno. Falta de público, problemas técnicos, nerviosismo, una memoria poco entrenada que olvida el guión en pleno espectáculo... Lo que no esperaba la actriz Keira Knightly es que su debut en Broadway con la obra Thérèse Raquin quedase empañada por la presencia de un acosador. Landon Rust irrumpió en la presentación de la obra y le gritó a la actriz: “¡Estaremos juntos en el cielo!”, lazándole un rampo de rosas que cayó a los pies de Knightly. Rápidamente, fue arrestado por alterar el orden público y conducido fuera del teatro -aunque, posteriormente, fue puesto en libertad-. “Estaba asustada”, declaró uno de los policías presentes a Page Six. “Quería documentar el incidente para dejar constancia, por si el individuo se convierte en acosador habitual”. Desgraciadamente, este episodio es de lo más habitual. No debe quedar ningún famoso que no haya sentido miedo por el acoso de un admirador, ya sea a través de cartas de amor, llamadas telefónicas, envío de regalos, o directamente visitas en casa y amenazas de muerte. La presencia de fans perturbados ha hecho que muchas celebrities hayan tenido que tomar medidas radicales, desde el cambio de teléfono cada dos semanas a mudarse de apartamento, como ha hecho, recientemente, la modelo Gigi Hadid. Son muchas las celebrities que reclaman mayor intervención policial y legislativa para sentirse protegidos. Y es que algunos de los casos son realmente terroríficos:
Madonna
Siendo una de las estrellas más populares del mundo, Madonna ha tenido que lidiar con muchos fans acosadores. Una de las peores experiencias ocurrió en 1995. Robert Hoskins entró en casa de la cantante y amenazó de muerte a su manager. Le aseguró que pensaba rebanarle la garganta a Madonna si no se casaba con él esa misma tarde. Ésta consiguió llamar por teléfono y fue socorrida por un guardaespaldas. Semanas después, volvió a entrar y disparó al guardaespaldas que trató de impedirle el paso. Finalmente, fue detenido y condenado a diez años de prisión.
Hilary Duff
La justicia, a veces, es un tanto decepcionante. La cantante Hilary Duff tuvo que enfrentarse al acoso de un fan de origen ruso que estaba obsesionado con ella. Maksim Myaskovskiy se trasladó a Estados Unidos para estar más cerca de su ídolo. Entabló amistad con los paparazzis para poder acercase a ella. Le amenzó con que se suicidaría si no le prestaba atención y fue detenido cuando se descubrió que pretendía matarla en una entrega de premios. Tras todo esto, tan solo fue condenado a cuatro meses de prisión.
Britney Spears
Primero fueron unas simples cartas. Masahiko Shizawa estaba obsesionado con Britney Spears y comenzó a escribirle y mandarle fotos desde su Japón natal. Luego cambió de país para poder estar más cerca de su ídolo. Viendo que no conseguía nada comenzó a rondar fuera de las casas propiedad de la cantante y de sus padres. Llegó a mandarle una fotografía en la que ponía 'te estoy siguiendo'. Spears pidió una orden de alejamiento y Masahiko acabó demandándola junto a sus guardaespaldas por haberle apuntado con un arma de fuego. La pretensión no fue admitida, claro.
Catherine Zeta-Jones
Dwanette Knight conoció al matrimonio formado por Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas en una fiesta y se quedó prendada del actor. A partir de entonces, se dedicó a mandar decenas de cartas a la actriz amenazándole y asegurando que estaba dispuesta a cortarla en finas lonchas para alimentar a sus perros. También se dedicó a escribir a Kirk Douglas, padre del actor, y a realizar llamadas a un hotel propiedad de Michael deseando la muerte de Zeta-Jones. Durante el juicio, pidió perdón a la actriz en repetidas ocasiones, pero aun así acabó condenada a tres años de prisión.
Steven Spielberg
Los responsables de la seguridad de Steven Spielberg sorprendieron a un hombre de 30 años tratando de entrar en la mansión del director. Al registrarle encontraron unas esposas, un rollo de cinta aislante, tenazas para los pezones, un cutter y cinta aislante. Al parecer, Jonathan Norma quería violar al director delante de su esposa e hijos. El joven, finalmente, fue condenado a veinticinco años de cárcel. Aunque no era la primera vez que Spielberg tenía que lidiar con los fanáticos. Años antes ya le habían acusado de controlar los pensamientos de una mujer a través de la tecnología.
Björk
El acoso de Ricardo López a la cantante Björk comenzó enviándole cartas, como en casi todos los casos. No obstante, la obsesión que sentía por la cantante hizo que comenzase a grabar un diario en el que explicaba todo lo que hacía. Cuando Björk comenzó una relación con el músico Goldie, la obsesión de López empeoró. Llegó a enviar un libro bomba con acido sulfúrico a la residencia de la cantante, pero fue interceptado por la policía. Al acudir a su domicilio para detenerle, le encontraron muerto tras haberse pegado un tiro.
Isabel Pantoja
La tonadillera más famosa del país también tuvo que lidiar con un fan demasiado obsesionado con ella. El acosador comenzó escribiéndole cartas en las que le declaraba su amor y le pedía que se marchara con él, pero, poco a poco, el tono fue incrementándose, llegando a amenazarla. La cantante comenzó a temer por su vida y la de su familia y puso el asunto en manos de la policía. Finalmente, consiguió una orden de alejamiento.
Bertín Osborne
Once años duró el acoso que sufrió Bertín Osborne por parte de una fan obsesionada con él. La mujer llegó a tener el teléfono de su casa, el de toda su familia y el de las parejas que tuvo durante aquella época. En plena locura, acabó llamando a la madre del presentador, que se encontraba delicada de salud, de madrugada para decirle que su hijo había muerto en un accidente.
Sara Casasnovas
El alemán Arndt Meyer sintió un flechazo la primera vez que vio a la actriz Sara Casasnovas por televisión y decidió viajar a España a conocerla. Fue a verla al teatro y le entregó unas cartas de amor. En los días posteriores, volvió a esperarla a la salida de la función, pero la actriz le indicó que se había enamorado de un personaje y que ella era una persona real, así que rechazó acompañarle. Entonces, éste sacó una ballesta de la bolsa y disparó hacia la actriz, que consiguió esquivar el proyectil. Por el ataque fue condenado a doce años de prisión.
Kiko Hernández
No son pocos los colaboradores de Sálvame que han denunciado el acoso que sufren, sobre todo, a través de redes sociales. Kiko Hernández lleva dos años siendo víctima del acoso de hombre obsesionado con él. Primero comenzó por redes sociales, pero terminó descubriendo su número de teléfono privado y la dirección de su casa. También ha ido a Telecinco armado con un cuchillo y le manda fotografías sexuales y graba vídeos amenazándole. El colaborador ha denunciado cada una de las acciones y ha llegado a mudarse de casa para que no le vuelva a encontrar.