A pesar de que sobrevivió a la guerra de Corea sin consumir ningún tipo de sustancia, ha reconocido que el estrés del trabajo le pudo años después: “No era infeliz pero estaba estresado. Ya sabes, '¿Conseguiré otra película? ¿Me darán el papel? ¿Lograré memorizar todo ese texto? Me tengo que levantar a las 6 de la mañana y espero que funcione el despertador'. Siempre había estrés a mi alrededor”, ha señalado a la revista Radio Times.
Por ello, se refugió en los vicios y abusó del tabaco y del alcohol durante mucho tiempo: “Solía beber una botella de vodka al día y fumaba también varios paquetes de tabaco al día”.
Michael Caine ha revelado que si no llega a ser por su segunda mujer, él habría muerto “hace mucho tiempo”: “Conocer a Shakira me salvó. Ella me tranquiliza, le cuento todo. Ya era famoso cuando la conocí, pero no podría haber llegado hasta aquí sin ella”. A su segunda esposa, Shakira Baksh, con la que se casó en 1973 y con la que tiene una hija, Natasha, la considera como su “mano derecha” y “confidente”. Previamente estuvo casado con la actriz Patricia Haines.
El actor vio por primera vez a Shakira en un anuncio de café y quedó deslumbrado con ella: “Era la mujer más bella que había visto jamás”. Se propuso buscarla, hasta que lo logró, porque aunque nacida en la Guyana Británica, ella residía en Londres. A los dos años se casaron en Las Vegas. Shakira había sido tercera en el certamen de Miss Mundo de 1967.
Caine asegura que ella no le prohibió beber, “pero estar con ella me hizo estar sobrio y sentirme vivo”. Ahora solo bebe vino en cenas. Asegura que no tiene un carácter autodestructivo y señala que jamás ha tomado drogas.
El actor británico participó en películas como Educando a Rita o Alfie y tiene un papel en el último filme de Paolo Sorrentini, Youth. Además el mes pasado recibió el premio honorífico de la Academia del Cine Europeo (EFA, por sus siglas en inglés).