Aunque pueda parecer increíble, la brasileña Gisele Bündchen lleva 12 años encabezando la lista de modelos mejor pagadas que publica periódicamente la revista Forbes. Más de una década sentada cómodamente en el trono, viendo como las aspirantes caen en desgracia, como las grandes modelos tienen que volver a trabajar para conseguir mantener su tren de vida y como los diseñadores luchan por unir su nombre al de la mujer que todo lo puede. Gisele fue la respuesta de la moda al 'heroin chic' que tan bien le vino a Kate Moss, y desde entonces, no ha ocurrido nada. La arrebatadora personalidad de la que hicieron gala las supermodelos de los 90 dejó paso a una nueva oleada de modelos sin personalidad, maniquís sin nombre ni expresión a las que era imposible distinguir. Pero por encima de todas, siempre estaba Gisele.
La brasileña ha facturado casi 40 millones de euros durante los últimos doce meses, gracias, entre otras muchas cosas, a sus contratos con H&M, Chanel o Carolina Herrera, además de sus campañas para Pantene y Oral-B en Brasil y su línea de ropa, Gisele Bündchen Intimates, que le reporta una buena cantidad de ingresos a lo largo del año. A eso se le suman sus colaboraciones en pasarela -escasas pero cuantiosísimas-, sus editoriales, entrevistas, posados, fiestas, eventos y casi cualquier movimiento que hagan sus cotizadas piernas. La modelo aventaja en más de 12 millones de euros a su marido, la estrella del fútbol americano Tom Brady, y en más de 30 millones a la segunda modelo del ranking, la holandesa Doutzen Kroes. Definitivamente, la Bündchen no es de este mundo.
El éxito de la lencería de Victoria’s Secret
Kroes, con 6 millones de euros, se ha situado en segunda posición, gracias a su longeva colaboración con Victoria's Secret, a la que se une L'Oreal, H&M, Emilio Pucci y Miu Miu. Y es que no hay nada como ser uno de los ángeles más deseados del planeta para que las marcas luchen por conseguir tu imagen. De ahí que tampoco resulte extraño que otra de las modelos míticas de Victoria's Secret, Adriana Lima, ocupe la tercera posición. Con otros seis millones de euros, la brasileña mantiene intacto su título de reina de la belleza con colaboraciones con Desigual, Maybelline o Veet, a la espera de que su compatriota Gisele decida retirarse del mercado y les deje vía libre.
Pero si lo de la Bündchen no es normal, lo de Kate Moss es todavía más impactante. La modelo británica, que lleva ocupando uno de los lugares privilegiados dentro de la industria de la moda desde 1992, cuando debutó a nivel mundial gracias a Calvin Klein, ha alcanzado el puesto número cuatro en el top de modelos mejor pagadas. Más de 20 años en que la modelo ha ido superando obstáculos que, en lugar de perjudicarla, han terminado convirtiéndola en una leyenda. Este año, con 5,5 millones de euros ha superado a modelos tan mediáticas como Miranda Kerr, Alessandra Ambrosio o Natalia Vodianova. ¿Estamos ante una reina inmortal? Denle un nuevo escándalo y es capaz de batirse en duelo con la mismísima Gisele.