Nada tiene que ver ya la reina Letizia con la primera estatua que le realizaron en febrero de 2004 cuando el Museo de Cera hizo una copia de ella y de Felipe el día en que hicieron oficial su compromiso de boda. Un acto en el que ella eligió para la ocasión un traje de chaqueta blanco.
Durante estos once años, la figura ha experimentado tantas transformaciones como la propia reina Letizia. Entre los cambios que le han realizado en el taller están la barbilla, la nariz y otros rasgos físicos que se han tenido que modificar para que se parezca a la reina actual. La vestimenta que llevará la nueva figura es la que hoy en día luce la que está actualmente en el museo y que es una copia de la que llevó el día de la proclamación del rey Felipe VI, el 19 de junio de 2014.
En el hall principal del museo se encuentran las figuras de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía, de los monarcas Felipe y Letizia y de la princesa Leonor. Estatuas que son las que mayor interés despiertan entre las personas que visitan el museo en Madrid. Por ello, y dado que el museo considera que la reina es un “icono de belleza y estilo”, se pusieron manos a la obra en junio para esculpir la nueva figura que estará lista para finales de este año o principios de 2016. Esperemos que ésta sea una versión mejorada ya que la última daba un poco de miedo, al igual que la figura de la princesa Leonor.
La estatua que se retire para poner la nueva será trasladada a una nave almacén del Museo de Cera, en la que se encuentra también la figura de Jaime de Marichalar. Mejor suerte tuvo la réplica de Iñaki Urdangarin, al que separó de la familia real pero se le reubicó en el área de Deportes después de que se le apartara de los actos oficiales de la Casa Real tras su implicación en el caso Nóos. A las que también se las retiró de su lugar habitual, el Salón de Honor, fueron a las infantas Elena y Cristina.
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