La vuelta de Irene Visedo para interpretar al personaje de la hermana, ha sido “la parte positiva” de este asunto para Rivero, ya que “nunca perdí el trato con ella y hoy es una amiga”. Pero la salida de Punzano no dejó indiferente a nadie.
“Yo he escuchado a las dos partes, pero no puedo hacer más porque hay límites que no puedo cruzar ya que al fin y al cabo, lo que yo tengo es un puesto de trabajo en el que, a veces estoy genial, y a veces estoy jodido”, ha querido recalcar.
“No es que quiera estar al margen”, afirma. “Lo que pasa es que no puedo hacer más de lo que puedo hacer, quiero mucho a Pilar y a Imanol y me da mucha pena que haya llegado a este punto la situación”.
El actor ha concluido el tema cuando le hemos preguntado por esos otros artistas que, lejos de participar en la ficción –como fue el caso de Guillermo Toledo-, sí que se mojaron en el tema, apoyando, en el citado ejemplo, a Punzano. “A los que opinan desde fuera les pasará como yo, no mides tus palabras y nadie está entrenado para enfrentarse a estas situaciones. ¿Quién soy yo para juzgar quien lo ha hecho bien o mal? Yo desde luego no soy quien”, ha concluido.
Compaginará con el teatro
Rivero no solo vuelve a viajar en el tiempo con la familia Alcántara una temporada más, sino que, además, compaginará este trabajo con Siempre me resistí a que terminara el verano, una obra de Perotti en el teatro Marquina, de la productora de Asier Etxeandía, y en donde compartirá cartel, a partir de su estreno el próximo 3 de noviembre, con Unax Ugalde, Estefanía de los Santos, Andrés Gertrudis y Santi Marín.
“Mi relación con mis compañeros es muy guay. Con Santi Marín ya trabajé en La caída de los dioses y a Gertrudis y Unax les respeto desde pequeño. Por eso verme trabajando con ellos me gusta mucho”, termina.