Durante una época, Rocío Carrasco -Rociíto cuando quiso ser modelo y lo consiguió en los mejores supermercados del país- fue un personaje intocable. La hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco consiguió lo que nadie había conseguido -y eso que Telma Ortiz le había puesto empeño-: que un juzgado declarara que era una persona anónima. A partir de ese instante, ya no se podía hablar de Rocío Carrasco. Ella, que había aparecido infinidad de veces junto a su madre, que había presentado programas de televisión, que había dado entrevistas continuamente, que se había criado a las faldas de María Teresa Campos, conseguía que la justicia amparara su retiro de la prensa del corazón y la convertía en una persona como usted y como yo, pero con mejor pelo y, posiblemente, mejor cuenta corriente. Pero claro, pasaron los años, a la hija de la cantante empezó a picarle el gusanillo y fichó por el programa Hable con ellas. Rocío volvía a ser un personaje mediático y todos empezaron a afilar los cuchillos. Sobre todo, su ex marido.
Rocío Carrasco no tiene una buena relación con su hija
A través de la crónica social, nos enterábamos que Rocío Carrasco hacía tiempo que no tenía buena relación con su hija y que ésta había decidido irse a vivir con su padre y con su nueva pareja.
Durante los últimos meses, Antonio David Flores, el ex guardia civil más famoso de España, no ha perdido ocasión para lanzarle todos los puñales posibles a su ex mujer, aprovechando la decisión de la hija mayor de la pareja de trasladarse a vivir con su padre. A través de la crónica social, nos enterábamos que Rocío Carrasco hacía tiempo que no tenía buena relación con su hija y que ésta había decidido irse a vivir con su padre y con su nueva pareja. Y por si faltaba algo, la menor llegaba a la mayoría de edad en pleno revuelo y se levantaba la veda legal para fotografiarla y seguirla en casi todos los movimientos. En nada nos informamos de cuáles eran sus rutinas, de su amistad con Gloria Camila, la hija adoptiva de Rocío Jurado -que también aprovechó para arremeter contra su hermanastra Rocío Carrasco y afirmar que no tenía ninguna relación con ella- y de lo bien que está junto a su padre y Olga, la pareja de éste, a la que considera como una madre. Y todo documentado en las revistas, para que nadie se olvidara.
Mientras tanto, Rocío Carrasco continuó con su decisión de no hablar de su vida privada y dejó que fuesen saliendo las noticias, hasta este miércoles. Antonio David daba la estocada final con una extensa entrevista en la revista Lecturas donde hacía un detallado repaso de lo que ha sido su vida, y por ende, la de su ex mujer. Habló de la relación de Rocío Carrasco con sus padres, con las nuevas parejas de éstos -Raquel Mosquera y Ortega Cano-, con Rosa Benito y su tío Amador Mohedano, de su separación, de los rumores de anorexia, de Fidel, la pareja actual de su ex mujer, de sus hijos en común y de casi todo lo relacionado con el clan Jurado. Antonio David afirma, insinúa, especula y deja en una posición muy comprometida a su ex mujer. “Cuando unos niños no quieren estar en el hogar materno, por algo será”, comenta. “Claro que me han contado cómo viven con ellos [con Rocío Carrasco y Fidel], pero eso me lo callo por respeto a mis hijos. Aunque la situación en la que viven no es la más conveniente”. La polémica estaba servida.
¿Se acobardará la copresentadora y volverá a su retiro?
“Tengo derecho a no ver perturbada mi intimidad y voy a seguir amparándome para la protección de mis derechos fundamentales al honor, la intimidad personal y familiar en las acciones legales que me amparan y me correspondan”
Las reacciones a la entrevista tampoco se hicieron esperar. Esa misma tarde, Terelu Campos, amiga íntima de Rocío, afirmaba que ésta no iba a pronunciarse, como había hecho siempre, y que tomaría las acciones pertinentes si lo consideraba conveniente. Pero pasaron las horas y el ambiente se fue caldeando. Entonces, llegó la noche. Desde su silla de copresentadora de Hable con ellas, una posición que parece que invita a la sinceridad -ya comentamos que Sandra Barneda también la había aprovechado para salir del armario de forma pública-, Rocío se pronunció. “Tengo derecho a no ver perturbada mi intimidad y voy a seguir amparándome para la protección de mis derechos fundamentales al honor, la intimidad personal y familiar en las acciones legales que me amparan y me correspondan. Porque nadie está obligado a soportar ningún plus de intromisión en su vida”, afirmó contundente la copresentadora. “Voy a seguir guardando silencio como he hecho en este tiempo. No voy a intervenir en ningún medio de comunicación para desmentir ni hechos ni opiniones vertidas sobre mí”.
La guerra vuelve a instaurarse en el seno de los Jurado. Mientras Rosa Benito y Amador Mohedano se cruzan acusaciones y reproches en 'prime time', mientras Ortega Cano posa con su última pareja y anuncia bodas, mientras José Fernando continúa ingresado en una clínica, mientras Gloria Camila aguanta la marea en soledad, Rocío Carrasco y Antonio David tendrán que verse, de nuevo, en un juzgado. ¿Conseguirá ratificar su categoría como 'persona no pública'? ¿Se acobardará la copresentadora y volverá a su retiro, dejando el puesto en Hable con ellas vacante -y ya tendrían dos-? ¿Se calmarán estas aguas turbulentas? Esto, desde luego, más que una ola, es un tsunami.