La foto de Google Maps la publicó el periodista Antonio Fraguas en sus Redes Sociales y animó a reflexionar sobre las posibles motivaciones urbanísticas en los incendios forestales intencionados que año tras año salpican la geografía Española.
“La zona es un Parque Natural y se encuentra protegida. Mi inquietud (y mi argumento) es que los incendiarios tienen otro 'calendario'. Para ellos el fuego es una 'inversión' a medio y largo plazo. Confían en que la zona incendiada se 'devalúe' ambientalmente y en que un cambio en los gobiernos suponga un cambio legislativo.” Antonio Fraguas.
Si os fijáis en esta foto se 'entiende' la 'motivación' del incendio de Xábia y Benitatxell (lo quemado es lo verde) pic.twitter.com/BhRD5q78gP
— Toño Fraguas (@antoniofraguas) September 6, 2016
El último gran incendio de la Comunidad Valenciana ha calcinado más de 800 hectáreas en los terrenos forestales de Xàbia y Benitatxell, todos los indicios apuntan a que es un incendio provocado. 4 focos separados en puntos estratégicos y en muy poco intervalo de tiempo. ¿Se necesitan más pruebas?
Focos y zonas afectadas del incendio de Xàbia. Memesis
El 98% de estos incendios son antrópicos u originados por el hombre. De ese 98%, el 52% son provocados intencionadamente. Es decir, en la mitad de los incendios hay una voluntad de quemar el monte y tras una voluntad hay una motivación... fundamentalmente económica.
Origen de los incendios según GreenPeace.
La actual Ley de Montes aprobada por el PP en 2015 permite la recalificación de terrenos quemados si concurren razones de interés general o deja esa competencia para las C.C.A.A. La Comunidad Valenciana lo prohibió en 2015.
Pero la ley y los gobiernos cambian más rápido de lo que tarda en regenerarse un bosque. No podemos estar tranquilos solo con la legislación adecuada, como nos recuerda Toño.
“Lo chocante es que, si miras el litoral valenciano, la zona de la Granadella era prácticamente el último reducto en el que el bosque Mediterráneo todavía llegaba al mar. Todo el resto está urbanizado. La Granadella era como una oveja rodeada de lobos.
Los expertos te dirá que ahí no se va a poder construir. Yo creo que 'de momento' no se va a poder construir…” Antonio Fraguas.
Más allá de las discusiones por la legislación también hay intereses y motivaciones más cavernícolas de los que pocos hablan y que se basan en la destrucción de un territorio como arma. Es parte del ritual más rancio de la España profunda. El incendio como venganza:
Casos reales:
- “Como te odio te quemo el pasto”.
- “Como no he conseguido un puesto de caza, quemo el monte”
- “Como me has puesto una multa por ir borracho, te quemo el bosque”
- “Como quiero petarlo en Youtube, provoco ocho incendios”
No es fácil probar que alguien ha provocado un incendio si no se le coge con las manos en la masa. Y esto hace que salga barato. A estas conductas, amparadas y reguladas todas en el código penal, le falta un ‘impuesto penal’ que rebaje la alarma social y la sensación de impunidad.
Por ejemplo, de los 42 detenidos en 2015 en Galicia por provocar incendios, solo uno está en la cárcel. Allí se producen casi la mitad de los siniestros del conjunto del estado. Este ha sido un verano nefasto.
El incendio es siempre una espoleta para que alguien gane dinero.
No basta con proteger las zonas calcinadas de la especulación urbanística. Hasta las medidas más objetivas que protegen 30 años los bosques quemados y obligan a su reforestación son inspiración para delincuentes o corruptos. Los contratos de reforestación y limpieza son un caramelo para motivar y provocar incendios.
Proteger los bosques calcinados de nuevas construcciones también tiene su trampa. Hay gente que ha quemado su finca para evitar su recalificación ante la expropiación del Estado para una obra pública.
Otra motivación económica que causa innumerables incendios (incluso en invierno) son las subvenciones de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea a los terrenos que tengan pasto fresco para el ganado. Para lograr terrenos ‘pastables’ los ganaderos inexpertos queman el rastrojo y matorrales provocando incendios constantes.
Al final la ley no es tan importante, en lo que realmente hay que invertir es en educación.
"Original campaña de forestinpeace.es para modificar la Ley de Montes e impedir la especulación"
