¿Te imaginas encontrar, kilómetro tras kilómetro, personas ataviadas con ropa común barriendo los arcenes de las autopistas y acarreando en sus pequeños vehículos todo el material que de su eventual trabajo consigan?
Pues quizás pueda parecer algo extraño, pero ¿y si os decimos que los arcenes de las autopistas y carreteras más utilizadas de nuestro país pueden ser auténticos almacenes a cielo abierto de metales preciosos?
No solamente encontraríamos preciados materiales, sino también pequeños piedras, millares de colillas, restos de plásticos y de goma de neumáticos,…
Pero vayamos al grano. Este fin de semana encontramos en #reddit un interesante vídeo de Youtube del canal Cody'sLab en el que nos muestran que nuestras carreteras y autopistas pueden ser un fantástico almacén de metales preciosos y, por lo tanto, ¿una fuente de ingresos para cazadores de tesoros?
¿Por qué?
La explicación la encontramos en unos de los elementos más importante, hoy en día, de nuestros vehículos: el catalizador.
El catalizador es un componente adosado a la salida de gases del motor y que por medio de una serie de reacciones de oxidación y reducción (REDOX) permite que gases extremadamente contaminantes como son el óxido de Nitrógeno y el Monóxido de Carbono pasen a ser casi al 100% vapor de agua y dióxido de carbono.
En el siguiente vídeo se explica no solo el funcionamiento de un catalizador sino también de qué está compuesto.
https://youtube.com/watch?v=PbiNmhD6vzk
¿Vas intuyendo ahora a dónde queremos llegar?
Pues sí, todo esto tiene que ver con los metales que componen los elementos del catalizador y que gracias a ellos y a las altas temperaturas que se alcanzan en el interior del mismo, permiten la reordenación de los átomos que componen los gases para finalmente producir y expulsar elementos químicos inocuos.
Entre esas reacciones también existe una pérdida paulatina de átomos de dichos metales: platino, paladio y rodio. En el caso del PLATINO —que se encuentra en todos los catalizadores en cantidades que varían entre los 2 y 6 gramos— se trata de un material muy valioso, en términos monetarios, y que acaba en las cunetas de las carreteras.
Características del Platino (Pt). Fuente
Así que teniendo en cuenta el siguiente gráfico tomado el 30 de mayo de 2016 y con un precio de cotización de 966,06 $/onza traducido a gramos y euros tendríamos que el precio actual para un gramo de Platino es de 30 €, lo cual nos da a entender que su recuperación puede convertirse en un lucrativo negocio.
Pero volvamos a nuestra mina invisible: los arcenes de nuestras carreteras y autopistas.
En este caso Cody, el protagonista del vídeo, cuenta cómo escoge una autopista con un tráfico diario de unos 10.000 vehículos, siendo este factor importante de cara a que exista una mayor o menos cantidad de los metales buscados.
Así que una vez recogido un buen saco de material residual que se encuentra en los bordes de nuestras carreteras proceden a extraer aquellos metales que pueden estar contenidos en una pequeña muestra de 46 gramos de material cribado.
De esta forma después de someter a la misma a altas temperaturas junto con componentes químicos adecuados se consigue separar una porción metálica compuesta por distintos metales.
Junto con otros reactivos y aplicando de nuevo altas temperaturas fabrican una pequeña bola metálica de platino mezclado con paladio.
Con unos simples cálculos relacionando el diámetro de dicha pequeña esfera, la densidad del metal y la cantidad de material cribado se concluye que por cada tonelada de material cribado procedente de los arcenes de la carretera objeto del experimento podrían obtenerse unos 6,2 gramos de Platino.
De esta forma, y considerando el precio indicado anteriormente podríamos estar hablando de una recuperación en términos monetarios de algo más de 185 € para una tonelada de material cribado tratada.
Pero, ¿sería realmente rentable esta actividad de recuperación de metales en carretera?
A priori podría parecer que es completamente inviable dado el proceso que conlleva, los componentes químicos a emplear, la energía consumida para someter los materiales a altas temperaturas, el coste de la fuerza de trabajo, transportes,…
Pero imaginemos cuál es el proceso de extracción de metales preciosos, en especial el platino, en la industria minera convencional:
- Grandes instalaciones para la extracción.
- Maquinaria de alto coste.
- Mano de obra especializada.
- Ingeniería necesaria.
- Tratamiento de las rocas extraídas para conseguir separar los metales buscados.
- Actualmente se extraen entre 2 y 6 gr/tonelada de metales no puros y que habitualmente se encuentran mezclados: oro, platino, paladio, rodio,…
- Procesos posteriores para la separación en los distintos materiales.
¿Realmente podría tratarse de una industria de recuperación rentable?
La respuesta estaría en la industrialización del proceso. Un par de estudiantes con dos escobas y un hornillo solo muestran el camino. La rentabilización del reciclaje depende de la aplicación de una metodología a gran escala que combine inversiones paralelas necesarias (como la limpieza de vías) para abaratar los costes de recogida.