En un segmento tan competitivo como es el de los compactos, Mazda sigue buscando hacerse un hueco, con poco éxito de momento. Poco más de 1.200 unidades vendidas a lo largo del pasado año supone una cifra muy poco relevante frente a los 16.000 Renault Mégane o a los casi 13.000 Citroën C4 comercializados en el mismo periodo. Y aunque Mazda apunta más hacia los modelos de gama más alta —por precio, personalidad y tecnología—, sus rivales más directos como son el Volkswagen Golf o el Audi A3 muestran aún más distanciamiento, con 20.000 unidades del primero y casi 9.000 del segundo, este último uno de los compactos más caros y exclusivos.
Por todo ello, posicionar al nuevo Mazda3 en el segmento no va a resultar precisamente fácil, un segmento en el que el cliente valora mucho por un lado la cuestión económica o, en el contrario, un grado de exclusividad en diseño, tecnología y equipamiento al que todavía no llega el compacto japonés. Como versión casi de acceso a la gama que es este 2.0 Skyactiv de gasolina y 120 CV —hay una versión de sólo 1,5 litros y 100 CV más económica pero con escasa proyección real de generar amplias ventas—, su precio ligeramente por encima de los 20.000 euros le deja incluso ligeramente por encima de un Volkswagen Golf 1.2 TSI que, aunque de 15 CV menos, logra gracias a la tecnología combinada de la sobrealimentación y la inyección directa unos resultados dinámicos a la misma altura, y con consumos más ajustados.
Porque la tecnología Skyactiv de la marca japonesa anuncia cifras de consumos muy ajustadas que, en la práctica, se desvían más de lo esperado. Bien es cierto que en ciudad cumple con cierta precisión lo que aseguran sus datos oficiales —6,5 litros que en nuestras mediciones nos han llevado a un litro más—, pero en carretera los 4,3 l/100 km no los hemos visto en ningún momento, moviéndonos por encima de los 7 litros en una conducción normal, sin buscar exprimir las posibilidades de sus 120 CV.
Un motor que ofrece lo mejor de sí no en consumos, sino en su propio funcionamiento, muy agradable en todo momento por suavidad de respuesta y por un dinamismo con el que poder viajar cómodamente a buen ritmo, pero sin la pegada que exhiben los motores sobrealimentados de última generación con mucha menor cilindrada, como el 1.4 TSI de similar potencia que monta el Volkswagen Golf o el Seat León, muy superior en empuje y de consumos propios de su baja cilindrada.
Tampoco su interior deslumbra por amplitud, sobre todo si tenemos en cuenta que sus dimensiones exteriores le sitúan como el más grandes de los compactos, centímetros extras que no se aprovechan en el interior ni en el maletero, que no llega al volumen que ofrecen algunos de sus más directos rivales. No se puede decir que sea pequeño por dentro, pero tampoco es el más amplio.
ficha
DATOS COMERCIALES:
Versión: Mazda3 2.0 Skyactiv-G Style
Precio: 20.600 euros
Garantía: 3 años o 100.000 kilómetros
Revisiones: cada 20.000 kilómetros
DATOS TÉCNICOS
Motor: 4 cilindros en línea
Cilindrada: 1.998 cm3
Potencia máx.: 120 CV a 6.000 rpm
Par máximo: 210 Nm a 4.000 rpm
Tracción: Delantera
Caja de cambios: Manual de 6 velocidades
Dimensiones: 4,46 / 1,79 / 1,45 m
Capacidad de maletero: 364 litros
Depósito de combustible: 51 litros
PRESTACIONES
Vel. máxima: 195 km/h
Acel. 0 a 100 km/h.: 8,9 seg
Consumo en ciudad: 7,5 l/100 km
Consumo medio en recorrido de pruebas: 7,2 l/100 km
Autonomía en carretera: 708 km