Su pasión por los coches y los rallyes le viene desde joven. Es piloto oficial del equipo Suzuki-Repsol (deja de llamarse sólo Suzuki a raíz del acuerdo de patrocinio que ambas compañías firmaron en el circuito del Jarama el pasado viernes). Pero, además, al ex futbolista de la selección española, del Real Madrid y del Valencia, Santiago Cañizares, de 42 años, le vuelven loco los clásicos. No tiene una gran colección, ni acumula por acumular este tipo de joyas. "Compito con ellos, e intento que no me cueste demasiado la única afición cara que tengo", dice Cañizares en una entrevista a este periódico.
"Me gustan los coches que he visto correr hace 20 años. Son coches únicos y exclusivos de los 70 y 80. Se hicieron pocos, había libertad de potencia, corrían demasiado y los prohibieron. Son coches que no se volverán a hacer", dice el deportista.
En estos momentos, 'Cañete' tiene un Porsche 911 SC; acaba de comprar un Ford Escort MK1, tras vender el coche más importante que ha tenido, el Fiat 131 (el ex Zanini) -que estampó nada más comprarlo en 2010-; y tiene un Renault Alpine A110 a la venta.
"Acabo de comprar un Escort MK1 para el Campeonato de España de Vehículos Históricos de Velocidad"
El Ford Escort MK1 (ver foto), que acaba de comprar, lo tuvo un piloto portugués. Con esta nueva joya prevé competir en el Campeonato de España de conductores de Rallyes para Vehículos Históricos de Velocidad del próximo año. Este año, compitió con el Porsche 911 SC y ha quedado en sexta posición.
"Los coches clásicos se cotizan bien. Pero no es un negocio. Vender, por la ilusión de comprar".
El coche más importante que Cañizares ha tenido ha sido el El Fiat 131 Abarth, de los años 70, perteneció a tres campeones de España. Lo tuvo el piloto Antonio Zanini, con el que conquistó el subcampeonato de Europa en 1979. También el Fiat 131 Abarth lo llevó Aladino Martínez, conocido como “El Pibe”, ex presidente de la Federación Asturiana de Automoilismo; y el piloto José Antonio Fombona. Cañizares lo ha vendido este año fuera de España. "Los coches clásicos los utilizas para competir y luego tienen buena venta. Se cotizan bien. No es un negocio. ¿Necesidad de vender? Por la ilusión de comprar".
"El Renault Alpine A110 está en venta, porque no lo uso. Se vende fácil. Me preocuparía más si tuviera que vender la casa"
El siguiente coche al que dará salida, pero esta vez, por no usarlo, es el Renault Alpine A110, que puede valer unos 100.000 euros. "Se venderá. Siempre hay compradores en el mundo. Me preocuparía más si tuviera que vender mi casa, dada la crisis que hay en el país".
Del Suzuki Swift Gr.A, con el que compite con Suzuki-Repsol, subraya que es "un coche muy noble, barato y muy bueno para iniciarse". Este año, Cañete ha competido en seis carreras con Suzuki, otras seis en competiciones de coches históricos y en campeonatos de Valencia.
Cuando aparca el Porche 911, el Escort MK1 o el Swift Gr.A, a diario, se mueve con la familia en una Mercedes Vito, y sigue con el negocio de la inmobiliaria Unárea que montó hace diez años, dedicada a la intermediación de vivendas, que opera en Valencia, Murcia e Ibiza.
