Los fabricantes e importadores de motocicletas acaban de perder de nuevo la batalla con el Gobierno. Una vez más, la industria de las dos ruedas se queda al margen de las ayudas públicas del sector de la automoción, que en los últimos meses están más enfocadas en estimular las ventas de coches en España (un mercado doméstico en caída libre desincentiva a las multinacionales a seguir invirtiendo en las fábricas españolas; y las consecuencias serían dramáticas con miles de puestos de trabajo en riesgo).
El Gobierno ha dejado de nuevo a las motos fuera del nuevo PIVE, un plan que entrará en vigor en los próximos días y que irá dotado de 70 millones de euros.
"La prioridad del Gobierno ha sido renovar el PIVE rápidamente. No ha habido tiempo de incluir nuevos elementos"
El mensaje llegaba de la mano de Industria a la patronal que representa al sector de las dos ruedas (Anesdor) este pasado viernes, tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros donde la vicepresidenta anunció el tercer PIVE: "La prioridad del Gobierno ha sido renovarlo rápidamente. No ha habido tiempo de incluir nuevas medidas ni nuevos elementos", según explican fuentes de Anesdor.
"Nos dicen que seguirán estudiándolo", añaden. No obstante, el Gobierno está focalizando las ayudas del sector en los coches. Recientemente, renovó las ayudas al vehículo eléctrico (10 millones de euros) excluyendo a las motos...
Mientras, las motos siguen sumando desplomes en las ventas. En los cinco últimos años, las matriculaciones de ciclomoteres se han desplomado un 82% y un 62% las motocicletas, con lo que las ventas se han situado a niveles de 1960. La patronal destaca el envejecimiento del parque de motocicletas: el 68% supera los seis años de antigüedad.
"Las dos ruedas merecen ayudas, no sólo por la grave situación que atraviesa el sector, también por las características intrínsecas de la moto, que es una solución real para importantes problemas y que aporta un gran valor en nuestra sociedad", instan desde Anesdor.
Un plan de achatarramiento de motos requiere una mínima inversión. En el marco del anterior Plan MotoE, se sustituyeron más de 20.000 motos, con un presupuesto aprobado de 9 millones de euros, que no llegó a agotarse.