Motor

Los automóviles emiten hasta un 45% más de CO2 de lo que anuncian los fabricantes

Los fabricantes europeos de coches piden objetivos de CO2 viables a raíz del reciente acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo por el que fijan la reducción de emisiones a 95 gramos por kilómetro en 2020. 

Los automóviles emiten entre un 17% y un 45% más de dióxido de carbono (CO2) en la realidad en comparación con la cifras con las que se anuncian, según los análisis comparativos realizados por varias asociaciones europeas de consumidores, entre las que se encuentra la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este estudio llega en un momento en el que Europa está fijando nuevos objetivos en esta materia.

Así, el informe recoge las mediciones reales del consumo y de los gases emitidos por los automóviles, que siempre son superiores a las publicadas. Esta variación se traduce en un sobrecoste de 300 euros anuales para el automovilistas. Según las asociaciones de consumidores, los fabricantes utilizan diferentes "trucos" para obtener menores emisiones en las homologaciones, como hinchar los neumáticos más de lo normal, usar ruedas de baja resistencia a la rodadura o camuflar salientes del coche para mejorar la aerodinámica.

Ante esta situación, las organizaciones solicitan la aplicación desde 2017 de un protocolo que permite evitar dichos trucos y mejorar el actual ciclo de homologación de consumo llamado Worldwide Light Duty Test Procedure (WLTP).

Reto: 95 gramos por kilómetros en 2020

El Parlamento Europeo y el Consejo llegaron en la noche del pasado lunes a un acuerdo por el que establece los métodos para que los fabricantes de automóviles cumplan el objetivo de reducir las emisiones de CO2 a 95 gramos por kilómetro en 2020; pero las patronales de fabricantes europeos exigen "objetivos deben ser ambiciosos y viables", dice el secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), Ivan Hodac. 

"Es un hito importante en las negociaciones, pero queda mucho camino por recorrer antes de votar un acuerdo final en el plenario del Parlamento Europeo", según Hodac, quien abogó además por aplicar los incentivos a la innovación para los fabricantes con más racionalidad.

Además, Hodac se refirió a la propuesta para establecer nuevos límites de emisiones de CO2 en 2025. "La industria europea fabrica los vehículos con mayores requerimientos medioambientales del mundo, y tenemos el compromiso de seguir haciéndolo", subrayó el secretario general de Acea.

La UE fijó en 2008 un objetivo de reducción de emisiones para turismos nuevos de 130 gramos de CO2 por kilómetro para 2015 y de 95 gramos por kilómetro para 2020, y encargó a la Comisión Europea (CE) que desarrollase una propuesta con posibles modalidades para cumplir con esos límites.

La CE presentó su propuesta en julio de 2012 e incluyó una fórmula conocida como "supercréditos", que permitía a los fabricantes de coches contabilizar sus ventas de vehículos menos contaminantes como parte de sus esfuerzos por reducir emisiones, aunque recalcó que esta flexibilidad debería ser limitada.

Alemania, por su parte, ha peleado por ampliar esta opción lo máximo posible, pese a las críticas de las organizaciones medioambientales.

Según el acuerdo cerrado entre el Parlamento Europeo, la presidencia irlandesa de la UE y la Comisión se mantiene el objetivo de reducción para 2020, pero se introducen ciertas "lagunas" en el planteamiento de los supercréditos que en la práctica implican un retraso de la medida hasta 2022 ó 2023, consideró Greenpeace.

En concreto, se permitirá que los coches con emisiones bajas cuenten el doble en el cómputo de emisiones medias por fabricante en 2020 y vayan disminuyendo a partir de ese momento, lo que dejará la media real por productos en hasta un 97,5 gramos por kilómetro.

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