El pasado ejercicio no consiguió al final salir de los números rojos como estaba previsto en el plan inicial. Las ventas de Seat, la única marca en pérdidas del grupo Volkwagen, cayeron un 8,3% (321.000) y su aventura en China fue peor de lo esperado. Seat cerraba del cuarto año consecutivo en pérdidas.
Aunque, los datos del pasado ejercicio mostraban una mejoría (en 2012 perdió 29,6 millones de euros frente los 61,5 millones que se dejó en 2011 o los 104 millones de 2010), su presidente, James Muir, auguraba otro ejercicio en la misma dirección. Pero no era el último.
Ahora, la compañía acaba de reconocer sobre la industria automovilística que seguirá perdiendo dinero hasta 2016. La marca tiene el objetivo de volver a la rentabilidad en 2016, como parte de la estrategia de crecimiento que está llevando a cabo la corporación, según indicó el vicepresidente de Compras del consorcio Volkswagen y presidente del consejo de administración de Seat, Francisco Javier García Sanz durante el I Foro Anfac y PwC.
Para ello, la compañía con sede en Martorell está trabajando para vender 500.000 unidades en todo el mundo en 2015. Esta reto supone incrementar las ventas un 55% en tres años. La clave, según la empresa, está en la inversión. En los últimos cinco años, la empresa ha destinado 2.800 millones en actividades de I+D.
El directivo afirmó que esta situación de crecimiento en mercados no tradicionales supondrá que los fabricantes de coches tendrán que hacer grandes esfuerzos para mantener los países en los que están asentados, como los europeos y para ello, indicó que hay que mejorar la competitividad, la calidad y la competitividad.
García Sanz destacó que la industria de las cuatro ruedas seguirá creciendo, pero no impulsada por el mercado europeo, que no crecerá de forma comercial hasta 2020, sino de otros mercados emergentes como los BRIC, así como otros países que también aumentarán su presencia, en regiones como Asia o África.
