La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal ha señalado que las ventajas fiscales existentes para la compra de vehículos diésel con respecto a la gasolina van a anularse en tres años, en el marco de la acción para luchar contra la contaminación del aire. Royal precisó que en los presupuestos del próximo año ya habrá medidas en ese sentido sobre las deducciones del IVA que pueden todavía aplicarse las empresas por la compra de un vehículo diésel y no para uno de gasolina, algo que "ya no se puede justificar".
Royal, que hizo una visita al organismo que vigila la calidad del aire en la región de París, Airparif, junto a la alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, dio a conocer el nuevo dispositivo de seis viñetas que permitirá clasificar los coches según su grado de contaminación. En un comunicado, su departamento precisó que habrá seis colores de viñetas que podrán solicitar los automovilistas -tendrán carácter voluntario- y que se atribuirán en función del modelo y del año de matriculación, con una entrada en vigor programada desde julio.
El color verde será para los vehículos de muy bajo nivel de emisiones, en particular los eléctricos, pero también híbridos o con motor de gas. El interés para mostrar las viñetas deriva de la puesta en marcha en varias ciudades de las "zonas de circulación restringida" a las que sólo podrán acceder los vehículos que lleven viñetas, y más en concreto las de ciertos colores predeterminados.
París será una de las primeras ciudades que han previsto la aplicación de restricciones de ese tipo desde el mes próximo, y estaba a la espera del marco que tenía que fijar el Gobierno. Por otro lado, indicó que se prolongará la prima de 10.000 euros para la compra de un vehículo eléctrico. Royal recordó que desde la puesta en marcha del programa del coche eléctrico en 2014 se han dado 6.000 primas en un año.
Además, destacó que desde comienzos de año se han matriculado 12.000 vehículos eléctricos de Francia, que se ha convertido así en el primer mercado europeo con este tipo de propulsión.
En España, la situación respecto a los coches diésel empieza ya a tratarse con perspectivas de iniciar a partir del próximo año con ciertas limitaciones a su utilización en ciudades como Madrid, en las que se plantea prohibir su circulación a partir de 2020 en la almendra central aunque en principio para los modelos más antiguos y que más emiten por tanto. Y es que el diésel supone en una ciudad como la capital madrileña el 70% de los trayectos que se realizan tienen como fuente de energía el gasóleo. Y es que el gasóleo, en España, cuenta también con menor presión fiscal que la gasolina, algo que desde la OCDE ya se recomendó se revisara para aumentar el impuesto al diésel y hacerlo un producto más caro.