Motor

Nos subimos a los mandos del nuevo Nissan GTR de 570 CV... con Marc Gené

Nissan GTR, Marc Gené y el circuito de Spa Francorchamps, una combinación perfecta para descubrir los secretos del nuevo superdeportivo de Nissan... y del mítico trazado belga.

  • Nissan ha hecho del GT-R 2017 un deportivo más eficaz aun, pero también más refinado en su conducción.

Casi siete años después de su lanzamiento, Nissan pone al día su más emblemático modelo, el GT-R,  para seguir siendo uno de los deportivos de altísimas prestaciones más eficaces. También para mejorar en la convivencia con él a diario. Actualiza ligeramente su estética, con un capó rediseñado, nuevos parachoques, faros diurnos LED y una nueva parrilla con la forma de V característica de Nissan acabada en cromado mate que realzan el nuevo frontal del GT-R. Una parrilla que es ahora más grande para incrementar el flujo de aire que llega al motor, mientras que el capó, con unas formas más suaves y mejor integradas, ha incrementado su rigidez. Cambios en el diseño que buscan una clara mejora en la aerodinámica de la parte delantera a alta velocidad, sobre todo a partir de 200 km/h. Y es que la gran mayoría de cambios visibles en el exterior del GT-R buscan mejorar el rendimiento aerodinámico.

Para mostrarnos hasta qué punto han mejorado el GT-R, nos hemos desplazado nada menos que a uno de los circuitos más exigentes del viejo continente, el mítico trazado belga de Spa Francorchamps, acompañados además de un piloto de la talla de Marc Gené, con el que hemos tenido además la oportunidad de rodar descubriendo los secretos del rapidísimo circuito de Spa y analizando con él las mejoras del nuevo GT-R. Antes de subirnos, nos cuentan los propios ingenieros japoneses responsables del desarrollo del GT-R en qué puntos han incidido para lograr que el deportivo por excelencia de la marca sea ahora mejor coche. Al modelo que nació en 2009 pocos defectos se le achacaba, pero uno de ellos ha sido una falta de refinamiento en el funcionamiento a baja velocidad del conjunto motor/transmisión, con molestos tirones y demasiados ruidos al insertar la primera velocidad o la marcha atrás.

Porque aunque el GT-R es un deportivo en toda regla, su configuración de cuatro plazas con un solvente maletero le ha permitido mantener un cierto grado de compromiso en una utilización diaria, condiciones en las que circulando a baja velocidad no lograba ofrecer la suavidad deseada para el día a día. Para ello, han reprogramado sobre todo el funcionamiento de la caja en sus primeras relaciones de cambio, con un paso de 1ª a 2ª que, en lugar de hacerlo cuando se utiliza en modo automático a 16 km/h se realiza ahora entre 8 y 10 km/h. Menor velocidad pero sin disminuir el par como antes logrando, junto a algunos ajustes mecánicos en la propia caja, una notable mejoría en el agrado de utilización a baja velocidad. Ya no se dan los molestos tirones al engranar primera o marcha atrás, y el ruido ha sido mitigado en gran medida. Se aprecia algo, pero no llega en ningún momento a resultar molesto. En el interior, también llegan mejoras en diseño y calidad percibida, con una disposición de los mandos en el salpicadero simplificada de manera que el número de controles integrados en el equipo de audio y navegación ha pasado de 27 a sólo 11 en el nuevo GT-R. Además, se han incorporado nuevas levas para el cambio que se han montado ahora directamente en el volante en lugar de en la columna de dirección. 

Pero además de todo ello, el equipo de desarrollo se propuso de paso mejorar el GT-R también como deportivo, ganando en prestaciones y en la eficacia de su exquisito chasis. Con mayor rigidez estructural en la parte frontal logradas entre otras cosas por el nuevo marco del parabrisas, refuerzos en la zona del maletero que han permitido aumentar la rigidez en la parte trasera y unos anclajes de suspensión más rígidos han logrado que el GT-R logre unos apoyos en curva más sólidos cuando se le exige el máximo, algo que hemos podido comprobar en Spa Francorchamps, un rapidísimo trazado que obliga a apoyos en curva a altísima velocidad. Los retoques en la dirección y el nuevo volante de dimensiones algo más pequeño consiguen mejorar la precisión en curva generando mayor confianza aun a velocidades de paso por curva muy elevadas. Si a ello le unimos el eficaz sistema de tracción total ATTESA E-TS, el resultado es un deportivo que no solo brilla por su eficacia, sino por la sensación de facilidad que transmite a sus mandos. Rodar seis vueltas al trazado de Spa nos ha permitido descubrir que se puede mantener altísimos ritmos desde el primer momento por la enorme confianza que transmite. Sus 570 CV no asustan, aunque en manos de Marc Gené sí llegamos a sentirlo en algunas partes del mítico trazado, como en “Eau Rouge”, una izquierda-derecha-izquierda en bajada y subida a velocidades de vértigo en la que el GT-R demostraba su altísimo grado de eficacia.

El V6 con doble turbo de 3,8 litros y 24 válvulas ha incrementado su potencia en 20 CV con respecto al modelo anterior. Ofrece 570 CV a 6.800 rpm, gracias, en arte, al incremento de la presión de sobrealimentación y a un sistema de encendido electrónico que controla cada cilindro de manera individualizada, una tecnología hasta ahora reservada al GT-R NISMO. Brillante en aceleración, su sonido es ahora todavía más excitante con el nuevo sistema de escape de titanio. Sube de vueltas con apabullante rapidez y supera los 200 km/h en un suspiro, transmitiendo además todo el potencial sobre el asfalto con una motricidad difícil de encontrar en otros deportivos de similar potencia. 

GAMA Y PRECIOS DESDE:

GT-R: 108.050 euros

GT-R Black Edition: 112.850 euros

GT-R Track Edition by NISMO: 125.850 euros

Precios:

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