Usar el coche eléctrico en carretera con la misma naturalidad con que lo hacemos con los modelos de combustión. Ese es el objetivo real que debe alcanzarse para que los españoles puedan ver a esta todavía nueva tecnología como una alternativa real para un uso sin limitaciones. O al menos con pocas limitaciones.
Y España necesita para ello 19.300 puntos de recarga ultrarrápida adicionales para igualar el servicio de las gasolineras, según el informe “Impulso a la movilidad verde: Presente y futuro de la infraestructura de recarga de vehículo eléctrico en España”. El estudio, elaborado por el Payment Innovation Hub y Afi en colaboración con CaixaBank, Visa y Arval, analiza la evolución del sector y sus principales desafíos, destacando los avances logrados y el margen de mejora en la experiencia de usuario.
A cierre de 2024, la flota de vehículos eléctricos en España registró 420.000 unidades, mientras que, la red de infraestructura alcanzó cerca de 39.000 puntos de recarga públicos, siguiendo una línea ascendente de crecimiento en los últimos años por encima de la media europea. La investigación pone de relieve que la distribución de puntos de recarga por habitante es homogénea entre municipios de distintos tamaños, pero con una media nacional de apenas 0,80 puntos por cada 1.000 habitantes.
“La transición energética es fundamental para reducir las emisiones de CO2, y la electrificación del transporte es un pilar clave en este proceso. Sin embargo, a pesar del crecimiento de la red de infraestructura de recarga, aún existe un margen de mejora en la adopción del vehículo eléctrico”, indica Silvana Churruca, CEO del Payment Innovation Hub.
Por su parte, el director de Sostenibilidad de CaixaBank, Eugenio Solla, ha destacado que “en la propuesta de valor que acompaña a nuestro Plan de Sostenibilidad 25-27, apostamos por soluciones que permitan avanzar hacia una economía más sostenible. Por ello, de los más de 100.000 millones de euros que queremos movilizar en finanzas sostenibles en los próximos tres años, una parte irá destinada a la movilidad limpia e incluye la inversión en infraestructuras de recarga para contribuir a su desarrollo y expansión, y que así la carga de vehículos eléctricos sea mucho más accesible”.
La reciente normativa AFIR (Reglamento sobre Infraestructura para los Combustibles Alternativos) establece un marco regulador común en Europa para impulsar la movilidad eléctrica. Entre sus medidas clave, exige una mayor dotación de puntos de recarga ultrarrápida (superior a 150kW) en la Red Transeuropea de Transportes (TEN-T), además de la mejora de la accesibilidad en los pagos, con la instalación de lectores de tarjetas en cargadores rápidos (>50kW) y la opción de recarga sin necesidad de registro o firma de contrato.
Portugal, referencia
Se resalta que más del 50% de la red TEN-T en España ya alcanza los objetivos de la regulación para 2030, y con apenas 200 puntos adicionales se cumpliría la meta establecida. No obstante, el informe recoge que, para lograr una experiencia de usuario similar a la de las gasolineras actuales, se necesita una mayor aceleración en el despliegue de una infraestructura orientada a fomentar un ecosistema más eficiente, accesible y sostenible.
La normativa actual también exige que los puntos de recarga instalados a partir de abril de 2024 dispongan de un lector de tarjetas. Sin embargo, en España, sólo el 9,1% de los puntos operativos en octubre de 2024 disponían de uno, y sólo el 4,6% están equipados con un lector de tarjetas sin contacto, según MITECO. Esto dificulta el pago con tarjeta y responde a las necesidades actuales de los consumidores, donde un estudio de Visa muestra que el 80% de los usuarios cree que se debería poder pagar con tarjeta.
Por ello, la colaboración entre administraciones, empresas y el sector financiero es clave, con el fin de garantizar una transición efectiva hacia la movilidad eléctrica. Según Eduardo Prieto, Director General de Visa en España: "A medida que la infraestructura de recarga está creciendo para dar respuesta a las demandas de los consumidores, creemos que cargar el coche debería ser tan fácil como comprar un café.
Para ello, la estandarización e interoperabilidad de los pagos en los puntos de recarga son aspectos clave para impulsar la movilidad digital y sostenible, donde desde Visa promovemos experiencias contactless sin fricciones, rápidas y seguras para todos los conductores.
Países como nuestra vecina Portugal han desarrollado modelos de interoperabilidad y despliegue de infraestructura que pueden servir de referencia para España. De hecho, Portugal ha logrado un gran avance en movilidad eléctrica, pasando de 50.000 a 200.000 vehículos eléctricos en cuatro años con una cuota de matriculación de VE de más del 30%, gracias a un sistema de pago interoperable y un amplio esquema de ayudas fiscales.