Motor

F750 GS y Tiger Sport 660, dos sencillas trail para disfrutar en ciudad y fuera de ella

Se acabó el calor veraniego y es época de disfrutar de las dos ruedas. Estas dos trail del segmento medio ofrecen en un precio contenido muchos argumentos para disfrutar de cortos paseos o de largos recorridos.

  • Las trail del segmento medio siguen ganando demanda por su polivalencia y sus ajustados precios.

Con el otoño a las puertas, llega una de las mejores épocas para disfrutar de la moto. Las trail de gama media se están convirtiendo en una de las mejores alternativas para quienes buscan una moto para todo, modelos como la nueva Tiger 660 o la más popular F750 GS, perfectas por dimensiones, peso y postura de conducción para moverte con facilidad a diario en ciudad pero también para plantearte largas rutas por carretera en las que cumplen con más argumentos de los que puedes esperar.

Un segmento que crece poco a poco como alternativa por precio a las grandes y deseadas maxi trail, que pueden superar fácilmente los 20.000 euros, prácticamente el doble de estas dos protagonistas claramente más accesibles y también más económicas en lo que a seguro y mantenimiento se refiere. Motos muy completas y que no defraudan por el precio que pagas, y que te permiten moverte por todo tipo de carreteras con soltura y grandes dosis de confort y sencillez de conducción.

BMW F 750 GS

Es el modelo de entrada a la gama media trail, una F750 GS de corte sencillo en su configuración al menos en lo que al equipamiento estándar se refiere y que por ello cuenta con un atractivo precio de salida que, sin embargo, puede incrementarse en más de 3.000 euros si optas al mucho equipamiento disponible. De configuración trail por manillar y puesto de conducción, también lo es por su neumático delantero de 19 pulgadas, no tan "campera" como la F850 GS que monta 21 pulgadas en el eje delantero, pero suficiente para permitir pequeñas salidas por pistas de tierra.

Su postura de conducción es muy natural, muy confortable al ponerte a sus mandos con un manillar ancho pero no exagerado y alto para dejar caer las manos sobre él ofreciendo un manejo muy fácil tanto en ciudad a baja velocidad como en carretera, donde se mueve entre curvas a golpe de manillar sin apenas necesidad de sacar el cuerpo como en modelos más asfálticos como su hermana la F900 R.

Las múltiples opciones de altura de asiento permiten encontrar siempre el más adecuado a cada uno, con un estándar de 815 milímetros sobre el suelo que resulta suficiente para llegar al suelo si eres de talla media. Con una pequeña cúpula de serie –hay en opción otra más alta recomendable para viajes largos– la visibilidad en ciudad es muy buena y a velocidades bajas o medias no se echa en falta mayor protección del aire, al menos hasta los 120 ó 130 km/h.

En ciudad te desenvuelves con mucho agrado por postura y respuesta del motor, pero también por el suave funcionamiento del embrague y el cambio, este con asistente para poder accionarlo sin embrague, aunque funciona mejor en carretera a alto ritmo que en ciudad a baja velocidad. Gira muy fácil entre el tráfico y maniobras en parado sin problema, y los consumos apenas llegan a los 4 l/100 km.

Pero como miembro de la familia GS que es, aunque sea el modelo de acceso mantiene mucho del espíritu rutero y aventurero de sus hermanas mayores. El motor es el mismo de la F850 GS pero con algo menos de potencia y una curva de par más aprovechable, facilitando mucho su manejo en carretera. Responde con suavidad a baja velocidad pero por encima de las 5.000 vueltas encuentras una respuesta claramente más contundente para moverte a ritmos elevados con facilidad y para disfrutar entre curvas de un empuje notable girando el puño de gas entre una y otra.

Frena con suficiencia pero sin la contundencia de la F900 R, pero entra en curva con enorme sencillez y rapidez. Basta insinuar sobre el manillar y la pequeña de las GS tumba con mucha facilidad y con una sensación de seguridad y de tenerlo todo bajo control que llega a sorprender por la eficacia que demuestra sobre trazados muy virados de ritmos medios incluso tirando a altos. No te exige frenadas fuertes sino hacerlo con cierta anticipación para dejarla correr luego en la trazada, manteniéndola con mucho aplomo.

Son sólo 77 CV, pero sin duda dan mucho de sí y sus prestaciones no defraudan, ni a la hora de disfrutar entre curvas ni cuando de largos recorridos se trata. Mantiene cruceros elevados sin esfuerzo y recupera en sexta el ritmo cuando hemos tenido que bajarlo sin titubear, aunque se siente que el motor bicilíndrico no es tan "redondo" como el tricilindrico de Triumph. Se sienten al cabo de muchos kilómetros algo más las pequeñas vibraciones que transmite, pero sin llegar a perjudicar el confort.

La pequeña cúpula apenas protege del aire, pero por la postura de conducción hace que hasta más o menos los 130 km/h puedas mantener largos kilometrajes sin la obligación de hacer pausas por cansancio. Aun así, la cúpula opcional de mayor altura se nos antoja más que recomendable si vas a plantearte largas rutas con frecuencia. A ese ritmo, los consumos apenas se mueven ligeramente por encima de los 4 l/100 km y la autonomía supera los 300 kilómetros.

FICHA TÉCNICA:

Diferentes asientos, desde 760 hasta 845 mm de altua.

Motor 2 cilindros opuestos; Cilindrada 853 cm3; Potencia máx. 77 CV a 7.500 rpm; Par máximo 83 Nm a 6.000 rpm; Transmisión Por cadena; Caja de cambios De 6 velocidades; Dimensiones 2.255 / 922 / 1.430 mm; Altura del asiento 790/815/830 mm.; Peso en seco 227 kg.; Depósito de combustible 15 litros; Vel. máxima 190 km/h; Consumo en recorrido de pruebas 4,3 l/100 km; Autonomía media 340 km.; Precio 10.100 euros.

TRIUMPH TIGER SPORT 660

La marca inglesa es una de las competencias más directas de BMW, sobre todo en el segmento trail, al que recientemente ha incorporado esta novedosa Tiger Sport 660 como acceso a este segmento tan de moda y como alternativa a la propia F750 GS. Un modelo de menor empaque sus hermanas mayores las Tiger 900 y 1200 pero que satisface las necesidades más básicas si buscas un modelo para todo uso.

Aunque incluye el apellido Sport, no se trata de una trail de aires deportivos, sino de una eficaz trail para el día a día en ciudad y muy solvente fuera de ella, bien dotada para enfrentarse a las más reviradas carreteras y recorrer cientos de kilómetros con un nivel de confort más que notable.

De entrada, su peso, dimensiones y potencia no intimida y enseguida te sientes perfectamente integrado a sus mandos, con una ergonomía en la que el triángulo estriberas, manillar y asiento ofrece una postura de conducción cómoda y relajada. Las altura de las estriberas no obligan a flexionar las piernas en exceso y el ancho manillar con las puntas no excesivamente abiertas ofrece una altura casi perfecta para mover a esta pequeña Tiger entre el tráfico. El asiento queda, eso sí, ligeramente más alto que en la BMW, mejor para largas jornadas en carretera y no tanto para llegar al suelo en ciudad si eres de talla media.

Está desarrollada sobre la base de la Trident 660 pero cuenta con una marcada personalidad, también estética, destacando el incisivo frontal de aire deportivo con una pantalla de mayor altura y protección que la F750 GS y fácilmente regulable además en altura a través de una simple asa, incluso sobre la marcha.

El motor es sin duda otro de sus principales rasgos de identidad, un tricilíndrico de 660 cm3 con algo más de potencia que la BMW, 81 CV, pero con un par motor no tan elevado, 65 Nm, aunque con una curva de par muy estudiada para ofrecer el 90% a apenas 3.600 revoluciones. Su respuesta a bajo régimen y a baja velocidad resulta más suave que la del bicilíndrico de la F750 GS, por lo que en ciudad disfrutas de una conducción algo más agradable.

Arranca de forma muy suave desde muy abajo y a poco que gires el acelerador te encuentras con una respuesta llena que llega de forma progresiva. Dejamos atrás la ciudad y ya en carreteras de curvas vas descubriendo lo que es capaz de ofrecerte esta pequeña Tiger. El motor 660 sigue brillando gracias a su capacidad para recuperar que hace que prácticamente utilices en este tipo de conducción apenas la quinta y sexta velocidad para centrarte en la trazada.

A medida que aumentas el ritmo la Tiger Sport transmite una gran confianza, con una pequeña laguna en forma de una frenada inicial algo brusca al accionar la maneta, por lo que requiere dosificar la presión sobre la misma para disfrutar de una frenada más progresiva. No es una moto para buscar fuertes frenadas, pues aunque las suspensiones se comportan bastante bien, no están diseñadas para apurar mucho la entrada en curva. Se siente algo más ágil que la F750 GS pero quizás no transmita tanto aplomo en la trazada, pero sigue sin problema el ritmo de aquella.

A la hora de viajar, cuenta con la ventaja de su pantalla regulable que, en su posición más elevada, desvía el aire con mayor eficacia y permite aguantar ritmos algo más rápidos de una forma más cómoda. Por lo que a consumo se refiere, rodando a ritmos similares a los de la BMW, entre 120 y 130 km/h, te mueves en promedios de 4,6 litros para disfrutar de autonomías muy por encima de los 300 kilómetros.

FICHA TÉCNICA:

Maletas y baul trasero son opcionales.

Motor 3 cilindros en línea; Cilindrada 660 cm3; Potencia máx. 81 CV a 10.250 rpm; Par máximo 64 Nm a 6.250 rpm; Transmisión Por cadena; Caja de cambios De 6 velocidades; Dimensiones 2.240 / 834 / 1.315 mm; Altura del asiento 835 mm.; Peso en seco 206 kg.; Depósito de combustible 17 litros; Vel. máxima 190 km/h; Consumo en recorrido de pruebas 4,6 l/100 km; Autonomía media 360 km.; Precio 9.395 euros.

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