Honda ha confirmado que una persona murió el pasado 10 de julio cuando el Honda Civic 2004 que conducía tuvo un accidente y el airbag del automóvil, producido por Takata, explotó causando su muerte, han informado medios locales y que recoge Efe. El accidente se produjo en la localidad estadounidense de Baton Rouge, en el estado de Luisiana. La muerte del conductor es la número 20 atribuida a los airbag defectuosos que Takata instaló en millones de vehículos durante los últimos años.
Los airbag defectuosos están producidos con un gas para inflar la bolsa de aire que puede provocar la explosión del contenedor en el que está almacenado en el momento en el que el airbag es activado. La explosión del contenedor crea fragmentos metálicos que se convierten en proyectiles que pueden causar graves lesiones, e incluso la muerte, a los ocupantes de los vehículos afectados.
Sólo en EEUU, entre 65 y 70 millones de vehículos de 19 fabricantes están afectados por el defecto lo que ha provocado la mayor llamada a revisión en la historia de la compañía. Pero sólo una fracción de los airbag defectuosos ha sido reparada por las compañías.
La Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA) ha indicado que aproximadamente 34 millones de vehículos están sometidos a llamadas de revisión para reparar el defecto y que, entre 31 y 36 millones, más empezarán a ser llamados a revisión en diciembre de 2019.
A consecuencia del escándalo, la compañía japonesa Takata se ha visto obligada a declararse en quiebra. Honda informó de la muerte del conductor en la noche del martes después de que especialistas de Honda y de la NHTSA inspeccionasen el vehículo.
Al parecer, el airbag utilizado en el vehículo accidentado procedía de un Honda Civic 2002. La compañía automovilística dijo que sólo fue informada del accidente y de la muerte recientemente.