El mercado del automóvil no deja de evolucionar prácticamente mes a mes, con novedades constantes en forma de nuevos modelos, versiones o motorizaciones. En estas últimas semanas, hemos podido testar brevemente tres modelos muy diferentes, destacando las nuevas generaciones del Audi A6 y del Mercedes Clase A, que llegan cargadas de innovaciones en todos los aspectos, y la aparición en la gama Swift de Suzuki de una versión deportiva con la que poder disfrutar de la conducción sin hacer un gran desembolso. Potencia y ligereza son sus dos principales argumentos.
Audi A6
La nueva generación del A6 llega al mercado con un diseño ligeramente evolucionado pero sin romper en absoluto con su predecesor. Una línea continuista que da paso a un interior en el que sí se aprecia en mayor medida el salto generacional, manteniendo la excelente calidad de acabados con un diseño todavía más atractivo a la vista. Con todo, lo más relevante que hemos podido comprobar de este nuevo A6 es su brillante calidad de rodadura, con un casi perfecto aislamiento acústico y unas condiciones para realizar largos desplazamientos con un máximo confort.
Mantiene dimensiones similares al anterior A6, con 4,94 metros de longitud, 1,89 de anchura y 1,46 de altura y un maletero de 530 litros de capacidad. Inicialmente hay dos únicas versiones a la venta, ambas con cambio automático y sistema de tracción total quattro, el 50 TDI de 286 CV y el 55 TFSI de 340 CV. Además de ellas, la gama estará compuesta por otros dos motores Diesel: 40 TDI (cuatro cilindros, 2,0 litros y 204 CV) y 45 TDI (V6, 3,0 litros y 231 CV), que llegarán en el mes de octubre. Aunque el cambio es siempre automático, en los Diesel de 231 y 286 CV es el Tiptronic de 8 relaciones con convertidor de par, mientras que en los otros dos es el S tronic de 7 velocidades y doble embrague.
Lo que se puede elegir es el tipo de suspensión, con cuatro opciones posible. Estándar, deportiva, con amortiguadores de dureza variable o con muelles neumáticos y amortiguadores de dureza variable. Hemos probado la primera de ellas y la neumática, suficiente la primera para disfrutar de un gran equilibrio entre confort y eficacia en curva y perfecta la segunda para lograr un confort de marcha de altísimo nivel. Casi más interesante para quien quiera disfrutar de las cualidades dinámicas del A6 es la novedad en este modelo del sistema de dirección a las cuatro ruedas opcional. Cuesta algo más de 2.000 euros, pero a alta velocidad en zonas viradas mejora aun más la estabilidad en curva.
Lo que no falta en el nuevo A6 son sensores de todo tipo, hasta cinco de radar, cinco cámaras, doce sensores ultrasónicos y un escáner láser. Estos elementos permiten contar con diferentes asistentes a la conducción, que se ofrecen en tres paquetes: City, Tour y aparcamiento. Tampoco faltan las cada vez más extendidas pantallas táctiles de grandes dimensiones, dos en este caso sobre la consola central desde las que se manejan la abundante información que puede llegar a ofrecer al conductor el nuevo A6. Todo un lujo mezclado con cierta dosis de deportividad o dinamismo que hace de este novedoso A6 una de las berlinas más completas del segmento, con un precio, eso, sí, que arranca ya por encima de los 60.000 euros.
Mercedes Clase A
Si mucho ha evolucionado el A6 frente a su predecesor, casi más evidente aun es el salto generacional del nuevo Clase A. El compacto de Mercedes se pone al día en todos los aspectos, pero lo hace sobre todo en un interior que rompe por completo con el anterior. Una cuarta generación más grande además con 12 centímetros más de longitud y 2 de anchura. Unas dimensiones que buscan mejorar la amplitud interior, con más anchura sobre todo y algo más de altura en las plazas traseras. El maletero gana casi 30 litros alcanzando los 370.
Por dentro destaca el diseño completamente nuevo del salpicadero, con una instrumentación que se muestra ahora a través de dos pantallas, una a continuación de la otra, al estilo de la de otros modelos de la marca como el Clase E o el Clase S, y que son configurables en diferentes modos de presentar la información. Y, sobre todo, aporta este nuevo Clase A un sistema de comunicación por voz sin duda de los más eficientes que hemos probado hasta la fecha. Mediante una simple orden vocal, puedes pedir desde un destino al sistema de navegación, que localice un restaurante o que realice una llamada de teléfono sin activar antes tecla alguna. Un notable paso adelante para no desviar la atención de la conducción.
A ello hay que añadir la profusión de elementos tecnológicos como un servofreno de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones y de bicicletas y el Attention Assist, un sistema que emite señales acústicas y visuales cuando detecta que el conductor no presta la atención necesaria a la conducción. Para completarlo, otros como el detector de vehículos y ciclistas en el ángulo muerto de los retrovisores, una alerta por cambio involuntario de carril que tiene capacidad para devolver al vehículo al carril por el que circula o un sistema de aparcamiento semi automático denominado que además de actuar sobre la dirección lo hace también sobre los frenos y la caja de cambios automática. También puede tener el «Asistente activo para cambio de carril», con el que el Clase A puede cambiar al carril contiguo si el conductor activa el intermitente durante unos segundos.
La gama estará compuesta inicialmente por tres versiones, dos con motor de gasolina —A 200 de 163 CV y A 250 de 224 CV— y un diesel —A 180 d de 116 CV—. La caja de cambios puede ser manual de seis velocidades o automática de siete, mientras que la tracción puede ser delantera o total (4MATIC). De ellos, el A200 de gasolina en combinación con el cambio automático es quizás la versión más equilibrada, por refinamiento de conducción y por un nivel de prestaciones notable tanto para disfrutar de la conducción, con un chasis de sólido comportamiento sobre el asfalto. Eso sí, sus consumos no dan la impresión de ser especialmente ajustados, sobre todo en estas condiciones de conducción rápida.
Suzuki Swift Sport
Es la versión más deportiva de la gama Swift, y está equipada con un motor de gasolina de 1,4 litros con turbocompresor y una potencia de 140 CV. Puede no parecer mucho para un deportivo, pero con apenas mil kilos de peso, el rendimiento que ofrece es sorprendente, y se disfruta de verdad de su conducción, especialmente en carreteras estrechas y viradas.
Cuesta, además, menos de 20.000 euros, menos que cualquier otra alternativa deportiva en el segmento, aunque también es menos potente que cualquiera de ellas. El motor muestra carácter ya desde muy bajo régimen, acelerando con mucha rapidez desde parado, pero también ganando velocidad desde velocidades medias con mucha facilidad. El consumo, moderado en conducción normal, tampoco se dispara cuando disfrutamos de sus prestaciones. Confortable además en ciudad, sus dimensiones y su respuesta a baja velocidad permiten utilizarlo como coche de diario.
El tacto de la dirección es firme, como lo son también sus suspensiones, garantizando una gran precisión entre curvas. Muy ágil, permite cambios de apoyo con enorme rapidez, haciendo disfrutar de él en todo momento. Y ello sin volverse incómodo en conducción normal, por lo que puedes viajar con él con cierto confort… y seguridad. Porque el equipamiento en este sentido es abundante, con servofreno de emergencia detección de obstáculos (que actúa entre 15 y 140 km/h), alerta por cambio involuntario de carril, conexión automática de luz de carretera y programador de velocidad activo que se puede ajustar en tres niveles de distancia respecto al vehículo precedente. Un pequeño deportivo, muy completo en todos los sentidos… y con mucho carácter a sus mandos.